Parecía que todo estaba dispuesto para ver un mano a mano entre Thierry Neuville y Sébastien Ogier en el Rallye de Alemania. Un duelo al amanecer y sin camiseta que pudiera clarificar un poco el destino de este apasionante Mundial de 2017 que estamos viviendo. Sin embargo, la cita teutona tenía preparado otro guion, uno que nos recordaba a los intensos Grönholm vs Loeb también sobre el asfalto germano y en los que era siempre el finlandés el que hincaba la rodilla. Una cita que se le ha atragantado históricamente a M-Sport y por tanto a Ford, teniendo que llegar Ott Tänak para cortar con esta racha negativa.
El estonio se ha convertido no sólo en la revelación de la temporada, sino también un piloto que está demostrando que puede ser serio candidato al título en esta nueva etapa que le está tocando vivir a Ogier. El francés, el cual aseguraba haberse conformado con el resultado una vez que había visto que Neuville no podía continuar, llevaba desde la 17ª especial del Rally de Portugal sin lograr el scratch, algo a lo que pondría solución el sábado por la tarde, en la 16ª especial, anotando el que sería su único mejor tiempo de todo el rally y acabando con una sequía que había durado casi cuatro rallyes completos (Cerdeña, Polonia, Finlandia y, por último, Alemania).
Al tetracampeón le está tocando jugar una baza distinta a la que nos tiene acostumbrados. Sí, su éxito sigue residiendo en su regularidad, en su capacidad para terminar en el podio incluso en sus peores actuaciones, sin embargo, se ha tenido que olvidar de las victorias y de los scratchs para sacar el máximo redito de cada participación. Ogier lleva en 10 rallyes dos victorias y 15 scratchs (en 2016 consiguió 72 scratchs, su registro más bajo como piloto Volkswagen), uno menos que un pletórico Esapeka Lappi y sólo uno más que Dani Sordo. La clave es que salvo el abandono en Finlandia y la cuarta plaza de Argentina, Ogier no se ha bajado del podio. Los datos en la Power Stage también son reveladores, no habiendo conseguido ningún triunfo de 10 posibles cuando precisamente el galo siempre se ha caracterizado en un verdadero especialista en llevarse puntos extra.
En otra situación podríamos decir que el problema está en el Ford Fiesta RS WRC, sin embargo, Ott Tänak está demostrando que la montura sigue siendo rápida después de 10 pruebas a pesar de que M-Sport no cuente con el mismo presupuesto que sus rivales de fábrica. Dos victorias, una sobre tierra y otra sobre asfalto, además de dos victorias en Power Stage y 23 scratchs, por 17 de Elfyn Evans. Nunca se había producido el hecho de que Ogier había sido superado por dos compañeros de equipo en victorias parciales, una buena demostración de que los de Cumbria podrán subsistir en el caso de no poder retener al tetracampeón y deja patente el hecho de que al francés le está costando mucho adaptarse a su montura actual.
La crisis sería completa de no ser porque Sébastien vuelve a estar líder a sólo tres pruebas del final con 17 puntos de ventaja y la moral por todo lo alto. Y es que Thierry Neuville duró muy poco por delante de la estrella de M-Sport, después de romper un palier de su Hyundai i20 WRC Coupé en un incidente con muchas incógnitas, especialmente después de conocer que el belga no había realizado ninguna maniobra extremadamente agresiva que pudiera haberlo propiciado. La historia se repetía en el caso de Dani Sordo, el cual se iba recto en el cuarto tramo al no poder parar el coche a tiempo en una acción rodeada de misterio, especialmente después de no haberse podido ver ninguna imagen del momento de la salida de pista.
Después de grandes actuaciones en este rally, incluida la primera victoria para el equipo y el propio Neuville, la edición de este año ha sido sin duda para olvidar en el caso del fabricante surcoreano. llegaban como lideres en la general de pilotos con el belga y acercándose a M-Sport entre los equipos, y salen con la victoria de la Power Stage y el octavo puesto de Haydden Paddon como mejores noticias. Sordo consiguió scratchs en todas las jornadas, algo que deja entrever que el cántabro tenía opciones claras de victoria, sin embargo, su salida de pista fue uno de los factores que hacen que este haya sido uno de los fines de semanas más negativos para los intereses de Hyundai Motorsport en lo que llevamos de temporada.
Alemania no ha dejado nada claro en cuanto a fichajes. El apoyo de Ford a M-Sport no llega y a Malcolm se le acaban las horas para firmar la continuidad de Ogier, pero no debe descuidar que otros equipos pueden ponerle contra las cuerdas si se adelantan y se aseguran los servicios de Ott Tänak, sin duda, uno de los grandes deseados del mercado actual junto a Seb y Mikkelsen por mucho que en Reino Unido nos quieran convencer de que es Elfyn Evans el que está en el centro del mercado.
La actuación de Andreas quedó algo eclipsada por el magnifico triunfo de Ott Tänak y por los cambios en lo que respecta a la lucha por el título, pero el noruego fue capaz de completar un fin de semana con muy pocos errores a pesar de los pocos kilómetros a sus espaldas con el C3 WRC sobre asfalto. Destaca aún más después del accidentado inicio de Kris Meeke, el cual decía adiós en la superespecial del jueves a cualquier opción de victoria y a cualquier derecho de queja ante el poco apoyo que puede estar recibiendo por parte del equipo. Con Paul Nagle viajando el sábado para conocer a su hijo recién nacido, el futuro de Meeke en Citroën es a cada día más oscuro e incluso se ha cuestionado su presencia en el Rally de Catalunya por mucho que Matton asegurase que los pilotos tienen contrato para la próxima temporada. A buen seguro los pilotos inscritos en la cita española nos darán una buena pista de cuál puede ser el equipo para 2018.
En Toyota, Jari-Matti Latvala volvía a sufrir problemas mecánicos además de alguna salida de pista, algo que lo hace perder el tren de la lucha por el tercer puesto del campeonato. Aun así, el finlandés mantiene opciones de título a falta de tres pruebas, algo impensable a finales de 2016 cuando llegaba a al equipo prácticamente sobre la campana. Al primer scratch de Lappi sobre asfalto, hay que sumar la recuperación moral por parte de Juho Hänninen, el cual está completando una buena segunda mitad de temporada cuando más novias se están buscando para su asiento de cara a la próxima campaña.
En categorías inferiores, gran trabajo por parte de Eric Camilli, el cual tuvo problemas con el embrague al empezar la prueba, pero que supo estar en el momento oportuno y en el sitio indicado para aprovechar los pinchazos de Jan Kopecky y Pontus Tidemand, cortando la racha de triunfos de los Skoda Fabia R5. En el caso del sueco, el tercer puesto era más que suficiente para asegurarse el título de WRC2 y ahora tiene tiempo suficiente para preparar objetivos mayores en 2018. Esapekka Lappi ha demostrado que es posible hacer el salto de un R5 a uno de los nuevos WRC y tener tiempos competitivos, por lo que las roderas del camino ya las tiene trazadas.
Marijan Griebel dejó algunos tiempos interesantes en WRC2, terminando por delante de Benito Guerra y Emil Bergkvist y a espaldas de Teemu Suninen, sin embargo fue Julius Tannert el que le daba una alegría a los alemanes con la victoria en JWRC. Allí, Nil Solans daba un paso muy importante de cara a la consecución del título, a lo que se sumaba coronarse Campeón del Mundo de WRC3. El de Matadepera no sólo ha sabido dominar desde el principio, sino que en Finlandia y Alemania demostró que también puede remontar y guardar la ropa. Globalmente está siendo el piloto más destacado entre los júnior.