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Control Stop. Historias de tripletes fallidos que se convierten en dobletes ajenos

Cinco carreras de catorce que conforman el calendario. El Mundial de Rallyes acaba de superar el primer tercio de temporada dejándonos lo que ya podemos abiertamente asegurar que es la reedición del duelo a tres bandas que el año pasado mantuvieron Sébastien Ogier, Thierry Neuville y Ott Tänak hasta la última cita. Un Rally de Argentina marcado no solo por el doblete de Hyundai o por las ‘salvadas’ de Sébastien Ogier, tanto en los tramos como en materia de puntos para el campeonato, sino también por una edición que dejó de nuevo muchas imágenes para recordar y otras tantas para olvidar.

Y es que, si bien las lluvias fueron un importante condicionante de la prueba, especialmente en la primera etapa, no se puede negar que la pasión de los aficionados cordobeses volvió a teñir de color las serranías cercanas a Villa Carlos Paz. Sin importar el frío o las precipitaciones, los fierreros se volvieron a dar cita para seguir el que es sin duda el principal evento de automovilismo internacional actualmente en Argentina. Una pasión que en ocasiones está mal entendida y que pone en riesgo no solo la vida de los propios espectadores, sino también que la prueba pueda seguir encontrando un hueco en el calendario, algo que en otras condiciones debería ser indiscutible.

Obviamente ‘cuecen habas’ en todos los lados y podemos decir que en ninguna prueba del Mundial de Rallyes pueden presumir de tener una seguridad perfecta. Sin embargo, la prueba sudamericana ya ha estado avisada en el pasado con una amonestación y si bien no entra en los planes del promotor el hecho de bajarlos del programa ‘global’ que buscan, ha habido suficientes avisos como para comprender que el próximo incidente puede ser fatal y que respetando las normas básicas de seguridad (recordemos ‘Motorsport is dangerous’ y el riesgo cero no existe) se disfruta igual. Una simple opinión que se hace extensible a todos los eventos, tanto nacionales, como regionales o intercontinentales. El problema no está en la tecnología Siemens, El Rally Pass o en las cintas rojas… está en aquellos que poblamos las cunetas.

En lo meramente deportivo, pasamos del posible triplete de Toyota GAZOO Racing a un brillante doblete de Hyundai Motorsport, que si bien no tiene el mejor coche en cuanto a prestaciones sí que puede presumir de tener el mejor conjunto rendimiento/fiabilidad. El Yaris WRC ha demostrado sobradamente ser el más rápido, una especie de correcaminos con esteroides al que le han llegado las entregas de ACME que correspondían al Coyote. El alternador, las llantas, la refrigeración del motor… habitualmente son cosas a las que restas importancia hasta que fallan. Están más cerca que el año pasado, Ott Tänak incluso cuenta con mucha más confianza y se sabe capaz de ganar a cualquiera y donde sea en un cara a cara, sin embargo, el estonio ya no cuenta con ese factor sorpresa que le catapultó el año pasado hasta la pelea por el título.

Fueron detalles los que privaron a Toyota de salvar el fin de semana y acumular por segundo rally consecutivo un balance negativo. El KO final de Meeke, el abandono de Tänak y el tempranero pinchazo de Latvala que en otras condiciones incluso podría haberle hecho rozar la retirada en el enlace. Es en estas condiciones que el doblete por parte de Hyundai brilla incluso más por lo valioso del resultado y por la tierra de por medio que ponen tanto en el apartado de marcas con el que será su principal rival, como en el campeonato de pilotos donde Ott ya cae a 28 puntos del belga.

Si Thierry pasó de los infiernos al cielo en la Power Stage de Córcega, podríamos decir que algo parecido le ocurrió a Sébastien Ogier solo unas semanas más tarde en Argentina. El seis veces Campeón del Mundo de Rallyes llegaba cuarto al último tramo, vencido por el ritmo de Meeke en las dos especiales anteriores. Sin embargo, no solo se lanzó en tromba para ganar los cinco puntos extra del scratch, sino que además sacó petróleo del pinchazo del norirlandés. Atrás quedaban las libradas, los sustos, las reclamaciones y el problema con la dirección asistida. 20 puntos que saben a gloria y una posición de salida en Chile que puede ser clave.

Especialmente importante el resultado de un Andreas Mikkelsen que saca parcialmente la cabeza. Regreso a los podios y a los scratchs, con hasta tres mejores tiempos que le ayudaron a mantenerse en la pelea por el podio y sacar provecho de los problemas de los Toyota y de Ogier. Sordo se quedó con la miel en los labios, especialmente después de exhibir un buen ritmo inicial, sin embargo, después no terminó de encontrar junto al equipo los ajustes necesarios para encontrarse cómodo con el Hyundai i20 WRC según se fueron secando los tramos. El problema con las notas de Carlos del Barrio en la Power Stage será una mera anécdota en la trayectoria de un gran profesional.

Las decepciones obviamente las marcan los dos pilotos de M-Sport y un Esapekka Lappi que no termina por encontrarse en Citroën Racing. Nunca es fácil tener a Sébastien Ogier de compañero, ni mucho menos cambiar a un equipo con una filosofía de trabajo completamente distinta, pero el finlandés está todavía muy lejos del rendimiento esperado y los abandonos lastran mucho a un equipo que ya por planificación solo cuenta con dos unidades en competición. Entre los de Malcolm Wilson, esperemos que Elfyn pueda regalarse a sí mismo una de cal después de dos fines de semana muy frustrantes.

En cuanto a WRC2, la batalla por el Pro fue casi anecdótica tras el abandono de Greensmith y la penalización para el británico por el reenganche, mientras que el vuelco de Bulacia fue uno de esos momentos ‘afortunados’ del fin de semana al no haber pasado de los daños materiales y que ni tripulantes ni aficionados se hicieran daño. Destacable en WRC2 los tiempos de Takamoto Katsuta, la fragilidad el Volkswagen Polo GTI R5 de Katjo y la victoria de Pedro Heller y Marc Martí por el gran trabajo realizado en los tramos, después de un fin de semana agónico para la pareja latina, con susto incluido en la Power Stage. Habría que apuntar que el vídeo que se ha hecho viral en redes sociales acerca de una posible asistencia de otro participante debería tener una respuesta inmediata por parte del equipo para aclarar la situación.

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Iván Fernández

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