No se repitió el destino cruel de las 24 Horas de Le Mans de 2016. Toyota conseguía ayer domingo, pasadas la una del mediodía, su 44ª victoria en el Mundial de rallyes, empatando con Volkswagen en la clasificación de equipos con más triunfos (Citroën sigue estando al frente de la misma). Lo hacía antes de los esperado, en la segunda cita del Mundial 2017 y con un Jari-Matti Latvala renacido como si de un ave fénix se tratara.
El finlandés, pasaba de estar sin equipo, a la espera de conocer la decisión de con qué novia decidía quedarse Sébastien Ogier, a conseguir una victoria en el WRC con su tercera marca distinta. De decir adiós a la que creía que podía ser su única opción de convertirse Campeón del Mundo, peleando con las mismas armas con las que contaba Ogier, a lucir una espléndida sonrisa de felicidad en lo más alto del podio del Rally de Suecia 2017, acompañado por Miika Anttila y deseando volverse a poner al volante del Yaris para seguir trabajando en el coche de ‘su equipo’. Sin embargo, la cita escandinava no nos dejó este como único análisis interesante que realizar a posteriori.
Con el enemigo en casa. Más allá de que Neuville haya demostrado ser el más consistente y rápido en estas dos pruebas que llevamos de temporada, ha quedado patente que Ogier tiene un hueso muy duro de roer dentro de su propio equipo. Aquí Tänak no dudó en plantarle cara y queda la impresión de que el estonio puede soltarse aún más cuando se quite la presión de conseguir su primera victoria. Aquí no pudo a la hora de la verdad con Latvala, de nuevo en el momento oportuno, Ott no estaba en el punto adecuado, el mismo que le llevó a marcar tres scracths consecutivos justo 24 horas antes.
El Ford Fiesta RS WRC ha nacido competitivo, eso no se puede negar. Quizás no sea el que más velocidad pura tenga, eso es algo que empezaremos a comprobar a partir del Tour de Corse, pero sí permite a Tänak y a Ogier mantener el ritmo con otros coches que tienen muchos más kilómetros de test a sus espaldas. Malcolm Wilson tendrá que asegurar el presupuesto para todo el año, si lo logra y el Fiesta sigue evolucionando al mismo ritmo que el resto, son los principales candidatos a ambos títulos.
Y es que Sébastien Ogier falla, como todo ser humano, pero además de lo que podemos achacar a la diosa fortuna, siempre se las arregla para solventar todos los momentos de tensión de forma satisfactoria. El tetracampeón ha demostrado hasta hora ser un competidor de largas distancias, que nadie piense que por ganarle un asalto, ha ganado la batalla porque el ex de Volkswagen ha demostrado en más de una ocasión que si quieres ganarle a final de año no te puedes permitir cometer más errores que él.
Obviamente, con un coche con menos ventaja competitiva (no es normal no verle sumar ni un solo scratch en todo el fin de semana, algo que ha sucedido en Suecia) y con una terna de rivales mayor, es de esperar que tenga algún desliz más que en temporadas anteriores, sin embargo, sigue siendo el mismo piloto y no será fácil batir su regularidad. Llevada tres años siendo líder del Mundial de Rallyes de forma ininterrumpida, algo que le permitirá salir a México con los tramos barridos por el su antiguo compañero de equipo y después… Córcega, su otro rally como piloto local. Allí ya llegará con el coche por la mano y sabiendo las cartas de las que disponen sus principales competidores, será allí donde podremos sacar las primeras conclusiones válidas.
Aunque de este Suecia ya hemos podido sacar algunos de los principales puntos débiles de cada una de las formaciones. En el caso del Ford de M-Sport, parece que la caja de cambios es su mayor talón de Aquiles, mientras que en Citroën admiten por segundo fin de semana que tienen mucho trabajo por delante. Parece que el mayor de sus problemas es ese precisamente, no saber dónde se han equivocado con el C3 WRC. Sabiendo de lo que es capaz la firma de los dos chevrones, no es de extrañar que terminen encontrando el motivo y ganando rallyes. Como descargo, el objetivo que se marcaron los de Yves Matton no fue el de pelear por los campeonatos hasta 2018, pero tampoco Toyota esperaba estar en los podios durante las primeras carreras y ya llevan una victoria…
En el caso de Hyundai, la pieza que más problemas ha dado en este inicio ha sido la dirección asistida. En el caso de Nueville, no parece que haya intervenido en el accidente en la superespecial ya que ese error de cálculo del belga deja completamente al descubierto la rueda que al venir en velocidad es uno de los elementos sensibles a dañarse, aunque desde fuera parezca un pequeño roce. En Monte-Carlo fue Dani Sordo y en Suecia Hayden Paddon los que se quedaron sin dirección asistida, a ambos les costó la opción de conseguir un resultado mejor y en el caso del cántabro a punto le supone una salida de pista en una zona de sexta a fondo.
En cuanto al resto, habrá que esperar para saber si Neuville consigue librarse de la particular maldición de los sábados tarde que le persigue desde Monte-Carlo. Dos victorias que parecían decididas se han esfumado, quedando los dos cuartos puestos de Sordo como saldo insuficiente. En lo que respecta a Toyota, poco se puede decir ya de ellos que no hayamos dicho ayer. Su principal objetivo será traer la tercera unidad cuanto antes, con un piloto de garantías (pensaría más en Andreas Mikkelsen que en Esapekka Lappi) y en la necesidad de mantener alejado a Juho Hänninen de los árboles.
Es cierto que aquí se vio una versión algo peor del campeón del SWRC, IRC y ERC, sin embargo, es pronto para pedir la cabeza de Juho como algunos ya se han encargado de realizar este mismo fin de semana. Al fin y al cabo, es el que mejor conoce el coche y cómo se ha desarrollado durante el último año, por lo que sus conocimientos son vitales para el equipo en una temporada que no podemos olvidar que estaba destinada a aprender y en la que esta victoria ya ha justificado gran parte del proyecto Toyota en 2017. Promete y mucho esta nueva era del Mundial de Rallyes si nos deja tantas cosas de las que hablar después de una prueba que se supone que no debe ser representativa…