El viernes terminábamos con la mala noticia de que los Porsche 911 RSR GTE norteamericanos no estarán presentes en la edición 2020 de las 24 Horas de Le Mans y este lunes 11 de mayo nos levantamos con la noticia de que Corvette Racing sería la siguiente en caer. Las restricciones de viaje, así como el golpe económico que supondrá la pandemia para la competición pueden haber llevado al fabricante estadounidense a tomar la decisión a no estar presente en la que en principio debería ser la nueva fecha para la grande de la resistencia, el fin de semana del 19 al 20 de septiembre.
Planteado como el gran año en el que el C8.R iba a hacer su debut en competición, la realidad ha llevado a que el nuevo contendiente con motor central de Corvette Racing haya tenido que recluirse en los talleres a la espera de que regresen las carreras. Sin poder competir en Sebring hasta nuevas órdenes, los deportivos norteamericanos se planteaban una segunda mitad del año en la que podrían estar obligados a hacer un esfuerzo mayúsculo tanto en cuanto a trabajo como en los económico si tenemos en cuenta que además del campeonato IMSA también podían estar obligados a trasladar la estructura hasta La Sarthe para tomar parte de la clásica francesa.
Esto obviamente dejaría al automovilismo español con la baja de Antonio García, el cual iba a formar parte del Corvette C8.R GTE número 63, compartido con Jordan Taylor y Nick Catsburg, mientras que el número 64 sería para el trio Tommy Milner-Oliver Gavin-Marcel Fässler. De confirmarse, obviamente será también un importante golpe para la categoría GTE-Pro, la cual perdería a cuatro contendientes antes incluso de empezar a echar a rodar.
