Más allá de la introducción de los LMDh, el Campeonato IMSA WetherTech SportsCar tiene varias interrogantes que afrontar en los próximos meses, sobre todo en lo que respecta a la clase GT Le Mans. La salida de Ford Chip Ganassi Racing, la confirmación del retiro de Porsche GT Team y el anuncio de que BMW se pasaría al GT3 con su nuevo M4, deja en teoría solamente a Corvette Racing como único representante de fábrica para la temporada 2021. Ante tal escenario, Ben Johnson, gerente del equipo, indicó que no está previsto convertir a los C8.R en GT3, aunque la IMSA elimine la especificación GTE más adelante.
Para Johnson, el Corvette C8.R requiere de un programa de fábrica, esa fue la base para el compromiso con las carreras de resistencia. Indicó que desde General Motors tienen una hoja de ruta y allí está claro un enfoque profesional para el programa GT, por ninguna parte se contempla construir unidades con especificación GT3 y cederlas a estructuras privadas ya que la prioridad es ganar como equipo de fábrica las mejores citas de la IMSA y el WEC, con especial énfasis en las 24 Horas de Le Mans.
Añadió que adaptar al C8.R para que sea elegible como un GT3 no es tan sencillo como se pudiera pensar, ha estado revisando las nuevas reglas, que posiblemente entrarán en vigencia en el 2023, y considera que ahora mismo están muy lejos de esas regulaciones técnicas, de allí que no esté para nada convencido de adoptar la plataforma GT3 para un coche como el Corvette. También considera que desde el punto de vista comercial sería un problema porque el coche que participa en la clase GTLM es muy similar al que se vende para uso cotidiano en carretera, de allí que no desee la pérdida de esa conexión con los seguidores del Corvette.
Descartó la creación de un programa paralelo para hacer que el Corvette C8.R compita tanto en GTE como en GT3, eso requiere de una inversión considerable de recursos y de logística que desde General Motors no están dispuestos a consentir.
En palabras de Ben Johnson:
Nuestra prioridad es asegurarnos de que podamos seguir mostrando al Corvette al más alto nivel, ya sea en IMSA o en el WEC y eso requiere esfuerzo y compromiso de la fábrica. Desafortunadamente, pasar de GTE a GT3 no es tan simple como cambiar las pegatinas de homologación, además debemos cerciorarnos de que no se cambie el coche comercial por completo.
Vía | Sportcars365
