Con Cupra Racing tomando el testigo de SEAT Sport y con la historia de la firma española salvaguardada por la exhibición en competiciones históricas de sus leyendas, así como por la continuidad de la Nave A122 de la Zona Franca de Barcelona, quedan algunas dudas sobre el destino al que se dirigen los de Martorell en cuanto a su brazo deportivo. El propio Jaime Puig ya dejaba entrever que el primer paso, el más inmediato, es la actualización y creación del sucesor del actual Cupra TCR, lo que conocíamos anteriormente como SEAT León TCR. ¿Y después?
Las palabras de Jaime Puig siguen centrándose claramente en el e-TCR. Se trata de un proyecto innovador, el primer gran campeonato eléctrico de turismos con aspiraciones internacionales y con la intencionalidad de acoger a los fabricantes, tanto los que compiten actualmente en el WTCR, como aquellos que miran desde fuera las distintas opciones de promocionar su nueva era de vehículos alimentados con baterías. Hay mucho interés por mostrar que los coches eléctricos pueden ser deportivos y es por ello que son muchos los que centran su atención en el próximo paso de Marcello Lotti y los suyos…
Partimos de una idea del promotor del campeonato, WSC. Ellos querían hacer competición con vehículos eléctricos y en 2017 comenzamos a trabajar. La mejor forma ha sido crear un kit sobre la base de un CUPRA TCR. Un kit que sirve para poner en todos los coches y para todos los fabricantes. Presentamos el e-Racer en el Salón de Ginebra en 2018, fue el primer turismo 100% eléctrico de competición y WSC anunció entonces que lanzarían el Campeonato e-TCR y que se utilizaría toda la tecnología que CUPRA ha desarrollado para ese campeonato.
Y sí, aunque SEAT/Cupra es la única que ha mostrado su proyecto públicamente con el e-Racer, hay otras firmas que están trabajando entre bambalinas lejos del Grupo VAG. Sin embargo, han sido los hombres de Puig los encargados de desarrollar todo el conjunto motriz para estas nuevas series, presentar algo tangible que ayude a atraer a nuevos fabricantes sin necesidad de inversiones millonarias, algo que ha quedado patente que es el mejor reclamo dentro de una competición de turismos después de ver el solar que quedó en el WTCC con los TC1.
El e-kit se compone de baterías, motores eléctricos, inverters, la ECU y puede que algunas otras piezas aún por determinar. Ahora estamos trabajando junto a WSC en el desarrollo del reglamento técnico junto a otros fabricantes que están también involucrados. Los primeros años todos usaremos el mismo e-kit y a partir del cuarto año habrá que ver cómo evoluciona. Así que CUPRA vuelve a marcar la pauta. En 2019 aún tenemos que trabajar en la fiabilidad del conjunto y hacer más pruebas de baterías para que a mediados de año puedan empezar a trabajar todos los fabricantes de cara a competir en 2020.
¿Y ahora qué? En una charla informal con el propio Jaime Puig, nos dejó entrever la opción de que el Cupra e-Racer pudiera hacer alguna exhibición durante 2019 para dar visibilidad al proyecto, lo que no parece que esté en los planes sea el competir frente a vehículos de combustión interna. La intención es la de seguir desarrollando el paquete para tener una base muy fiable y competitiva cuando el e-TCR eche a andar en 2020.
Actualmente trabajamos el apartado de carreras cliente con el nuevo TCR de 2020 en combustión. Pero a medio y largo plazo es el e-TCR lo que nos ocupa. El e-Racer será el coche base del futuro. Además de trabajar en el coche tenemos que trabajar con la organización para ver cómo serán las carreras, porque creemos que tienen que ser diferentes a las actuales. Hay que evolucionar, hay que mejorar el espectáculo o sencillamente hacerlo diferente y no lo digo por la autonomía de las baterías, es por hacer algo diferente y seguir atrayendo al público.