Pasaron prácticamente dos años entre la primera victoria conseguida en el WRC por Thierry Neuville en Alemania 2014 y la segunda, la conseguida en Cerdeña 2016. Sin embargo, el belga no tuvo que esperar ni un mes entre su tercer y cuarto triunfo en el Mundial de Rallyes. Está claro que el belga está disfrutando al volante de los nuevos World Rally Cars y de no ser por los errores en Monte-Carlo y Suecia, podríamos estar hablando de que en lugar de cuatro ganadores distintos en las cinco primeras citas de 2017, únicamente tendríamos dos.
Pero más allá de las suposiciones y de los hechos que finalmente nunca sucedieron, nos estamos encontrando a un belga en estado de gracia, muy alejado de la imagen dada en la segunda mitad del año 2015, época en la que incluso se llegó a poner en duda su continuidad en el equipo dirigido por Michel Nandan y Alain Penasse. Ahora, la decisión parece que ha sido la acertada y tras el titubeante inicio de año Neuville ha vuelto a demostrar que es uno de esos pilotos de sangre caliente, imparables cuando lo tienen todo en la mano, tanto mentalmente, como en lo que respecta a la mecánica.
En Argentina nos encontramos otra versión más del mejor Neuville, capaz de acelerar el ritmo cuando los problemas empezaron a tirar abajo la sensación de solidez demostrada durante la primera etapa por Elfyn Evans. En aquel momento, el belga aceleró el ritmo, anotándose tres scratchs y dos segundos mejores tiempos escoltando a Ott Tänak que le dieron finalmente la victoria por sólo siete décimas. Era uno de los finales más ajustados de la historia del Mundial de Rallyes.
Thierry lograba la victoria en la Power Stage, reconociendo que habían sido los peores momentos de su vida el esperar a que Elfyn cruzara la meta. En el momento en que el piolto de Hyundai vio que el de DMACK tocaba el puente de piedra, respiraba un poco más tranquilo. La ventaja que figuraba en uno de los parciales a favor del galés se desvanecía y daba lugar a la tercera victoria más apretada de los 45 años de vida del WRC. Únicamente la superaban Jordania 2011 y Nueva Zelanda 2007.
Curiosamente, en este Top 10 de los finales más ajustados, nos encontramos hasta siete citas que se han disputado en el Siglo XXI, mientras que sólo la novena, el Rallye de San Remo de 1976 es el único de la lista que no ha tenido a los World Rally Cars en alguna de sus variantes como protagonista. Sin duda, la imagen de la asistencia de Citroën Racing en 2011 ha cambiado mucho a la actual, prácticamente el equipo se ha renovado al completo.
Estos son los 10 finales más apretados del WRC:
- Rally Argentina 2002: Carlos Sainz (Ford) ganó 4,0 segundos por delante de Petter Solberg (Subaru).
- Rallye San Remo 1976: Björn Waldegard ganando 4,0 segundos por delante de su compañero de equipo Sandro Munari Lancia.
- Rallye de Alemania 2003: Sebastien Loeb (Citroen) ganó 3,6 segundos por delante de Marcus Grönholm (Peugeot).
- Rally de Australia 2000: Marcus Grönholm (Peugeot) ganó 2,7 segundos por delante de Richard Burns (Subaru).
- Rally Argentina 2011: Sebastien Loeb (Citroen) ganó 2,4 segundos por delante de Mikko Hirvonen (Ford).
- Rally de Nueva Zelanda 2010: Jari-Matti Latvala (Ford) ganó 2,4 segundos por delante de Sebastien Ogier (Citroen)
- Rally Argentina 1999: Juha Kankkunen (Subaru) ganó 2,4 segundos por delante de su compañero, Richard Burns (Subaru).
- Rally de Portugal 1998: Colin McRae (Subaru) ganó 2,1 segundos por delante de Carlos Sainz (Toyota).
- Rally Argentina 2017: Thierry Neuville (Hyundai) ganó 0,7 segundos por delante de Elfyn Evans (Ford).
- Rally de Nueva Zelanda 2007: Marcus Grönholm (Ford) ganó 0,3 segundos por delante de Sebastien Loeb (Citroen).
- Rally de Jordania 2011: Sebastien Ogier (Citroen) ganó por sólo 0,2 segundos a Jari-Matti Latvala (Ford)
