A finales del pasado mes de agosto, la FIA anunciaba que las 10 escuderías que actualmente compiten en la parrilla del Mundial de Fórmula 1 habían firmado el Acuerdo de la Concordia para comprometerse entre los años 2021 y 2025 con el campeonato. Esto permitía a los responsables de las series respirar tranquilos al menos a corto plazo, asegurándose que al menos el grueso de las estructuras continuará a medio plazo.
Sin embargo, la situación no siempre ha sido la ideal. Con Williams y McLaren atravesando problemas económicos, las reorganizaciones de Daimler y el Grupo Renault, o la posible pérdida de interés de HAAS, hacían presagiar que tal vez se podrían producir algunas bajas durante los próximos años, llevando a que la parrilla menguase por debajo de los diez equipos y que por tanto se entrara en un momento de grave inestabilidad para la Fórmula 1.
La pregunta que surge en esos momentos es precisamente sobre la posibilidad de que haya o no algún equipo llamando a la puerta del Gran Circo con la intención de entrar, más allá de que ya hemos visto durante los últimos meses especialmente, que hay Grupos financieros que sí están dispuestos a invertir en la misma. ¿Tanto cuesta encontrar escuderías nuevas? La respuesta corta es que obviamente sí, pero es que detrás de esta reticencia hay una cifra de varios ceros que dificulta especialmente que cualquier estructura que pueda planteárselo se lo piense más de una vez.
Son 200 millones para empezar a hablar:
Con la entrada de este último Acuerdo de la Concordia, se firmó una nueva clausula en la que se aprobaba que cada equipo que decidiera entrar en el Mundial de Fórmula 1 debería aportar un canon especial que se repartiría entre los equipos que actualmente lo conforman. Aunque este asunto fue revelado inicialmente por Günther Steiner en una entrevista para RACER, sería Zak Brown el que lo confirmaría posteriormente con la mareante cifra que oculta el nuevo contrato.
En total serán 200 millones de dólares los que se deberían aportar para asegurar la sostenibilidad del proyecto entrante y de forma que se compense a los equipos ya presentes que deberán “repartir más trozo del pastel” con el recién llegado. De esta forma, Liberty Media se asegura que todo aquel equipo que decide dar el paso tiene un colchón financiero lo suficientemente grueso como para asegurarse que no abandonará a las primeras de cambio, pero obviamente también disuade a cualquier proyecto de poderse llevar a cabo si no cuenta con un montante casi astronómico.
A estos 200 millones de dólares de “tarifa” habrá que sumar gastos de contratación de empleados, socios técnicos, instalaciones, compra de motores, alquiler de túnel del viento, diseño del monoplaza, etc. Obviamente, al terminar el primer año, el equipo percibiría el montante por los derechos comerciales que estuviera reflejado en su contrato y dependiendo de su posición en la clasificación general de constructores. Con una estructura ganadora, un equipo creado y engrasado y la inercia ganadora, Mercedes-AMG F1 invirtió más de 360 millones de euros para de nuevo lograr el doblete en 2019. Esta cifra se limitará por la entrada del techo presupuestario ya en 2021, con una reducción establecida en 145 millones de dólares.
Creo que lo que estamos tratando de hacer como industria es detener lo que hemos tenido en el pasado, donde un USF1 anuncia que van a la Fórmula 1 y nunca llegan a la pista. Entonces, los 200 millones de dólares están destinados a garantizar realmente que, si alguien ingresa al deporte, tenga los medios para hacerlo y nosotros no tenemos lo que históricamente hemos tenido, que son anuncios aleatorios de que la gente va a ingresar. y luego nunca. Creo que nunca verías eso en otras formas importantes de deporte – Zak Brown
Vía | Jalopnik