¿Estamos ante el regreso a la actividad post-confinamiento con menos incertidumbre de todo el automovilismo mundial? La Fórmula E se despidió de los aficionados a finales de febrero en Marrakech con António Felix da Costa como último vencedor y líder destacado del campeonato. Y en la primera de carrera de seis en el viejo aeropuerto berlinés de Tempelhof el luso de DS Techeetah no hizo sino confirmar que es el máximo favorito al título, dominando con pole y victoria el atípico miércoles de carreras.
Da Costa y DS Techeetah están intachables y así es muy complicado imaginar que se les escape el título. En clasificación fue el único hombre capaz de bajar del 1:07, viéndose además escoltado por su compañero de equipo y vigente campeón Jean-Éric Vergne. Pese a la tensión de una salida que se hizo de rogar (algún problema debio haber con el semáforo), no sólo los Techetah no fallaron sino que se vieron beneficiados por una discreta arrancada de André Lotterer, lo cual ayudó a que abrieran rápidamente hueco y se escaparan.
No os engañaremos. La carrera apuntaba a sopor patrocinado por DS Techeetah, tal era el dominio de los coches negros y plateados. Como mucho podíamos aspirar a una entretenida lucha entre compañeros de equipo, entre el campeón y el aspirante. Pero el resto estaba a un mundo y encima se vieron problemas a la hora de activar el Attack Mode por parte de hombre como Sébastien Buemi o André Lotterer mientras que António Felix da Costa lo conseguía sin problemas. Algo que sin duda levantará suspicacias…
¿Qué clase de broma es esta? Foto 1 y Foto 3 (las dos de la izquierda) son las pasadas por el Fanboost de Buemi y Lotterer. Ambas han sido denegadas por no pasar por toda la zona de detección. Las Fotos 2 y 4 (las dos de la derecha) son las de Da Costa. ¿Alguien me explica esto? pic.twitter.com/5Pk1QvTINb
— Víctor Forner (@Victor_Forner) August 5, 2020
Pero siempre hay chapa en Fórmula E. Y con ella, Safety Car o Full Course Yellow, por mucho que se hicieran de rogar. Primero, al besar el muro Robin Frijns ‘ayudado’ por Maximilian Günther (que luego tendría otro encontronazo con Mitch Evans, lo cual le garantiza cenar esta noche con los comisarios). Y luego al bloquear ruedas y acabar contra las protecciones Felipe Massa en la recta final de la prueba. Esta interrupción fue fatal para Jean-Éric Vergne, que ante la indecisión de Dirección de Carrera sobre qué hacer decidió consumir su segundo Attack Mode y quedó vendido al neutralizarse la prueba.
Así, pasó a ser presa fácil de Lotterer o un inspirado Sam Bird, además de empezar a ver cómo el rendimiento de su monoplaza decaía y uno a uno le adelantaban todos hasta la última vuelta, en la que Lucas di Grassi (protagonista de un error por la mañana) forzó su trompo. Ni siquiera cruzó meta. La mayor tensión para Da Costa llegó a nivel de consumo, pero ello no impidió que se alzara con el triunfo por delante de Lotterer, Bird, un Nyck de Vries en ocasiones más allá del límite y Jérôme d’Ambrosio, protagonista de varios adelantamientos de mérito. Completaron la zona de puntos Vandoorne, Buemi, Günther, Di Grassi y Sims, aunque a la vista de la participación de algunos de ellos en incidentes probablemente veamos cambios en la clasificación.
Con esta exhibición, António Felix da Costa casi dobla al resto de aspirantes al título, pero aún quedan cinco carreras por delante para comprobar si pueden cambiar las tornas.
Foto | DS Techeetah