El Mundial de Rallyes dará inicio este fin de semana con la primera cita de un calendario que estará conformado por 13 fechas después de que Chile tuviera que dejar vacío su hueco en el programa debido a la inestabilidad política y social que vive el país andino. Con la incertidumbre de saber si habrá o no nieve en las cotas más altas, la prueba volverá a su inicio tradicional en Gap, para terminar el domingo ya en Mónaco, con toda la pompa y boato que siempre ha rodeado al Principado. Allí, entre los Ferrari, Aston Martin y Porsche que pasean diariamente por las calles se colarán los poderosos World Rally Cars, pero también coches completamente inéditos en la competición intercontinental. ¿Alguien ha dicho Dacia?
FIAT 500X MR
Bajo la fórmula del Kit R4 FIA, bautizado a partir de ahora como Rally2 Kit, el FIAT 500X realizará este fin de semana su debut en el Mundial de Rallyes con el piloto francés Raphaël Astier a su volante. El proyecto creado por Milano Racing pretendía sorprender a propios y extraños, empleando en este caso un modelo base que parece completamente antagónico a la palabra competición y más cuando hablamos de rallyes. Lo han conseguido sin duda, ya que esas formas rechonchas y la amplitud del habitáculo que lo hacen ser muy versátil, se han convertido en todo un coche de competición gracias a la introducción del Kit FIA fabricado por ORECA y que cuenta entre otras cosas con la introducción de un motor 1.6 turbo de gasolina, cuyo origen es PSA y que es estándar para el resto de coches que se acogen a dicha normativa.
Y no, aunque se llame R4, poco tiene que ver con el recientemente presentado Toyota Yaris Gr.4 ya que no llegaremos a encontrar en ningún concesionario a un FIAT 500X con tracción total, llantas de competición de 17 pulgadas y más de 265 CV de potencia. Solo apto para la competición y seguramente un coche único. ¿Su precio? Si tenemos en cuenta que el Kit compuesto por motor, caja de cambios de 5 velocidades secuencial, depósito de combustible, ejes, transmisión, sistema de frenos, bomba de combustible y anclaje de la suspensión al chasis se establecía en 85.000 euros, podemos estar hablando de unos 150.000-170.000 euros en total al añadir el vehículo base, así como el resto de elementos y de seguridad.
Dacia Sandero
Si hasta ahora habías sentido un profundo amor por el concepto del Dacia Sandero o del Dacia Duster, ya puedes decir que lo has visto todo cuando sepas que también hay una versión para rallyes y otra para el Dakar. Mientras que esta segunda ha discontinuado su participación en el rally-raid por la decisión de Renault Sport Argentina de pausar el proyecto, la primera, el Sandero de Rallyes, realizará este mismo fin de semana su estreno en el WRC aprovechando la misma normativa que emplea el FIAT 500X MR de Milano Racing. En este caso la curiosidad extra es que detrás de esta unidad del Dacia Sandero R4 o Rally2 Kit, se encuentra una empresa española, concretamente ASM Motorsport del ingeniero Álex Sabater.
El italiano Ermanno Dionisio será por tanto el encargado de ponerse a los mandos para hacerlo competir en el Rallye de Monte-Carlo 2020 en el WRC, sin apoyo oficial de la marca rumana y con unas características técnicas idénticas a las del FIAT ya que ambos emplean el mismo kit de preparación. Si en el caso de FIAT ya conocemos gran parte de su historia en competición, Dacia sigue ampliando la presencia de sus coches en las carreras después de haberse dejado ver en pruebas tan prestigiosas como el Andros, Rally Dakar o la Subida a Pikes Peak. Por el momento, en su forma R4 ya lo hemos visto competir tanto en Bélgica como en España, pero este fin de semana será excepcional al tener también su estreno en el WRC.
Como curiosidad para aquellos que conozcan menos el mundo de la competición, apuntar que los Sandero ya han competido en rallyes, teniendo el ejemplo de España con la copa monomarca low-cost que se celebra anualmente en nuestro país, así como la intención de construir un Dacia Logan S2000, proyecto de fábrica que finalmente se canceló ya que no había sentido el promocionar un coche que se venía en el concesionario por 6.000 euros con una versión de competición que superaba los 180.000.
