De no tener el presupuesto cerrado hace apenas tres meses (Nasser Al-Attiyah le echó una mano) a completar el Dakar 2017 sin excesivos problemas. Tras cruzar a nado el Canal de la Mancha, Philippe Croizon podrá añadir una proeza más a su palmarés deportivo tras haber logrado alcanzar la meta de Buenos Aires a los mandos de su buggy adaptado a la amputación de sus cuatro miembros. El francés, copilotado por Cédric Duplé, acabó la prueba 48º, es decir, décimo por la cola.
Pese a tener que controlar su buggy con un joystick más propio de un caza que de un vehículo terrestre, Croizon llegó a marcas tiempos razonablemente competitivos en algunas etapas, siendo la octava aquella en la que logró un mejor resultado: 40º, superando a más de veinte coches en meta. Sin embargo las últimas jornadas de competición estuvieron marcadas por problemas mecánicos, como una inoportuna fuga de líquido refrigerante, que afectaron a su clasificación final. Pese a todo, le han terminado enganchando los raids y no descarta regresar en futuras ediciones.
Croizon no es el único piloto con algún tipo de discapacidad que completó este Dakar 2017, pues además de él y dos que tan bien conocemos como Isidre Esteve (34º) y Albert Llovera (24º en camiones), también llegó a buen puerto el italiano Gianluca Tassi: en su caso había participado en el Dakar africano en moto antes de vivir años más tarde una situación similar a la de Esteve, caída y daño espinal. Tassi completó el Dakar 2017 al volante de un Ford Raptor de la categoría T2 y acompañado por dos tripulantes más, Massimiliano Catarsi y Alessandro Brufola, terminando 41º.
Foto | Philippe Croizon – Twitter