Tras semana y media de carrera, los participantes en el Dakar 2018 encaran durante los tres próximos días las jornadas más difíciles de lo que resta de competición. Fiambalá será sin duda hoy uno de los jueces de la lucha por la victoria, aunque, tal y como pudimos ver ayer, cualquier punto es susceptible de regalarnos grandes sorpresas y, una etapa que no parecía tener mayor dificultad, que había sido realizada de forma similar en anteriores ediciones, termina rompiendo la carrera por completo en todos sus frentes.
Buena muestra de ello es que ayer, en un terreno conocido por los argentinos, en el que incluso se disputa el Desafío Ruta 40, cita obligada para todos los competidores en rallyes Cross-Country sudamericanos, se cobró muchas victimas entre los competidores locales, especialmente en motos y quads. En el caso de los españoles, y a la espera de que se confirme qué ocurre con los tiempos de Cristina Gutiérrez y Óscar Fuertes, junto a sus respectivos copilotos, Gabi Moiset y Diego Vallejo, todos los pilotos que llegaron a la segunda etapa de descanso ‘improvisada’ continúan en carrera, entre ellos un Isidre Esteve titánico que está demostrando que puede estar en tiempos muy competitivos.
No está mal si tenemos en cuenta que en la salida de Lima eran 33 los competidores españoles. Hasta 22 de los miembros de la ‘armada española’ continúan en carrera, dos tercios de los valientes que decidieron comenzar la aventura. Las últimas bajas se produjeron el domingo y se trataron de Jesús Calleja por su problema de caja de cambios en el Jeep y Txomin Arana, el cual salió ileso de un fortísimo accidente en el que su Husqvarna quedaba partida en dos. Afortunadamente para el piloto vasco, el parte de lesiones se mantuvo contenido, con un dedo fracturado, una lesión de ligamentos y un golpe en las cervicales. Allí se volvió a ver la solidaridad de los motards españoles, con Iván Cervantes deteniéndose para asistirle y esperar hasta la llegada de los médicos.
He visto el golpe de Txomin Arana y ha sido fortísimo, la moto ha quedado totalmente destrozada. Por suerte, cuando he parado a asistirle estaba consciente, hablaba y reaccionaba. Me he quedado más tranquilo al ver que no parecía muy grave cuando ha sido evacuado por el helicóptero. Estas cosas afectan mucho cuando te vuelves a subir a la moto para dar gas.
No es el único gesto de solidaridad que hemos visto durante los últimos días, con Gerard Farrés (excelente de nuevo su segunda semana de carrera) deteniéndose el domingo para ayudar a un Pablo Quintanilla que sigue en carrera a pesar de sufrir un ataque de ansiedad que recordó a aquel percance protagonizado por Nani Roma en 2002. También ayer, el pequeño de los Benavides contó con la asistencia parte del equipo Himoinsa, e incluso uno de los responsables de la formación ‘colorada’ fue el encargado de ponerse en contacto con la madre de los dos pilotos argentinos para darle la noticia del abandono de Luciano y confirmarle que estaba bien.
En cuanto al recuento de abandonos, la expedición se mantiene muy sólida después de los tempraneros abandonos de Nani Roma y su copiloto Álex Haro, así como Xavi Foj, mientras que en motos, todos se encuentran realizando un esfuerzo titánico, especialmente un magullado Pallás que sigue en carrera tras sus peripecias del domingo para alcanzar la meta y con un fuerte golpe en el puño izquierdo. Julián Merino, José Israel Borrell, Jairo Segarra, Chus Puras y Nacho Sanchís son los retirados sobre dos ruedas, mientras que, en camiones, Jordi Juvanteny, Criado y Tamayo pudieron sacar su MAN 6×6 y ya piensan en la edición del año pasado mientras realizan las labores de asistencia. Entre los UTV, José Luis Peña sigue disfrutando de una carrera de la que José Nicolás y el argentino Ariel Jatón tuvieron que decir adiós antes de salir de Bolivia.