Restan menos de 500 kilómetros cronometrados para finalizar el Dakar 2018. La diferencia actualmente entre Carlos Sainz y Stéphane Peterhansel se mantiene por encima de los 44 minutos, en SxS, Reinaldo Varela está a punto de conseguir otro triunfo brasileño en la categoría, manteniendo 1 hora de renta sobre Patrice Garrouste, mientras que Ignacio Casale y Matthias Walkner tienen respectivamente 32 minutos y más de hora y media de ventaja respectivamente al frente de las motos y quads. Todas las categorías parecen tener un candidato claro para la victoria salvo en camiones, en la que Eduard Nikolaev y Federico Villagra mantienen una diferencia de sólo un segundo entre ambos después de más de 3.500 km competitivos.
Tras ponerse líder de la carrera el pasado miércoles, todo parecía preparado para que Córdoba se convierta en toda una fiesta con la primera victoria de un equipo argentino en la categoría de camiones. Sin embargo, la prueba tenía reservado un golpe de teatro aún mayor. Primero una de las eslingas del IVECO de Villagra se soltaba, por lo que su camión tenía más recorrido de suspensión que el permitido por reglamento (tiene un límite de 300 mm). Algo que no le daba específicamente un beneficio competitivo, pero que finalmente le reportaba 15 minutos de penalización que hacían que su ventaja pasara a ser de apenas un minuto y 7 segundos frente al jefe de filas de KAMAZ y ganador del Dakar 2017.
Con todo ello, Federico, Adrián Chino Yacopini y Ricardo Torlaschi salían a dar un puñetazo sobre la mesa a la carrera en la especial entre Chilecito y San Juan. Las pistas tipo rally parecían jugar a favor para los argentinos, muy cerca ya de la tierra natal de “El Coyote” (sus navegantes son mendocinos). Sin embargo, la carrera no quería definirse antes de tiempo. Nuevos problemas mecánicos retrasaban al argentino y le obligaban a ceder el liderato por la exigua diferencia de un segundo respecto a Eduard Nikolaev.
Me siento bien. Hoy ha sido una etapa muy difícil para nosotros, con muchos problemas. Hemos roto una cubierta, se nos ha cortado un caño de aire que hemos tardado mucho en reparar y durante los últimos 25 kilómetros el motor no respondía bien así que hemos rodado al ralentí. Ahora vamos a tratar de terminar con fuerza y pelear por la victoria. Sería fantástico ganar el Dakar, pero veremos qué pasa. Quedan dos días. Ayer estábamos en lo alto de la tabla… No estoy nervioso. Cuando empecé a competir en la categoría de camiones nunca pensé que lograría pelear por los puestos de honor tan rápido.
Un solo segundo después de haber completado 11 etapas (disputados 3.431 kilómetros cronometrados) y tras tener Nikolaev una ventaja que llegó a rondar la hora. ¿Cómo llegó el ruso a desperdiciar una ventaja así? Especialmente en las tres últimas jornadas de competición, primero en Catamarca, una región que tradicionalmente ha sido muy negativa para el equipo KAMAZ Master. En el caso de Eduard, problemas con la reductora, sumado a dos pinchazos y un error en el cauce de un río seco le hicieron dejarse aproximadamente 20 minutos el martes.
Sin embargo, la situación parecía controlada. Nikolaev y el resto de la tripulación del KAMAZ #500 mantenía 24 minutos de ventaja sobre Villagra, una renta que se esfumaba a mitad de etapa del miércoles cuando un grave problema con la transmisión (se dobla el cardán) obliga al ruso a detenerse, e incluso requerir la ayuda de Airat Mardeev y de su camión, el cual hace de donante para solucionar ese momento de apuro. Afortunadamente, todos ellos son unos expertos mecánicos, trabajando la mayoría como técnicos e ingenieros de la planta en la que se construyen las unidades de competición.
Ahora, a falta de dos etapas, sólo hay un segundo de diferencia entre el ídolo local y el piloto ruso, precisamente en una edición en la que parecía que KAMAZ Master tenía todas las cartas para repetir triunfo después de que Gerard De Rooy, el gran rival del equipo en los últimos años, decidiera renunciar a competir en Sudamérica para afrontar la Africa Eco Race donde terminaría cuarto en la general compartida de coches/camiones.
Lo que no ha tenido mucho recorrido es que Villagra deberá tener especial cuidado en las dos jornadas restantes, ya que está advertido de penalización después de ser denunciado por Stéphane Peterhansel por comportamiento incorrecto al adelantar. Si repite infracción, recibirá esa sanción de 10 minutos que puede dar al traste con las opciones del argentino de ganar. La otra gran ventaja para la armada azul es que cuenta con la inestimable ayuda de la familia… En cuanto a lo negativo, la presión de saber que detrás hay todo un país (es impresionante ver cómo los resúmenes diarios del equipo superan las 100.000 visitas habitualmente) y el haber desperdiciado una ventaja numérica claramente favorable.