Apenas quedan dos semanas y media para el inicio de una nueva aventura y si bien las cartas parecen claras, al menos en lo que ha favoritos se refiere, la cita sudamericana no deja de sorprendernos según vamos profundizando en la lista de inscritos de la edición 2019. Y no, en este caso no estamos hablando de una de esas misteriosas prestidigitaciones y desapariciones que suceden año tras año entre la relación de participantes del Rally Dakar (la última víctima Robby Gordon) facilitada por ASO, sino de aquellos competidores que se encargan de mantener viva esa filosofía de carrera que te hace en muchas ocasiones presentar un proyecto atrevido y repleto de incógnitas con el que en muchas ocasiones no sabes si podrás completar la carrera.
Entre los inscritos nos encontramos por ejemplo una unidad de la Ford F-150 Raptor muy especial, incluso más que las dos que llevará el equipo de Martin Prokop hasta la salida en la ciudad de Lima el próximo 6 de enero. Pilotada por el debutante italiano de 37 años, Andrea Schiumarini, con Massimo Salvatore y Andrea Succi como acompañantes, nos encontramos con el rara avis de ver a un equipo participante en coches con tres miembros de un equipo, una situación que acostumbramos a ver en los camiones debido a las muchas tareas que se dan en la cabina y a la gran exigencia física y dificultad que suponen las reparaciones mecánicas. No es sin embargo la primera vez que lo vemos, e incluso en el pasado ha habido casos de coches participantes en los que incluso ha contado con un periodista entre sus filas para contar la experiencia en carrera.
El equipo italiano será sin duda una de las grandes notas de color a pesar de que el Ford Raptor no deja de ser catalogado dentro de la categoría T2, manteniendo prácticamente todas sus condiciones de serie, incluido su motor V8 de 6.200cc atmosférico con el que tendrán que afrontar 10 etapas plagadas de arena en las que las dimensiones, el peso y la escasa preparación de la montura pasará seria factura a la formación. Ya embarcada con el dorsal #362, la pick-up de la firma del ovalo cuenta con una peculiar configuración de doble cabina, algo que ha dado la posibilidad de ver esta curiosa situación de tener a tres competidores en un coche.
Concretamente, el navegante o copiloto, Succi ocupará el asiento de la derecha, sin embargo, la situación curiosa vendrá Salvatore, el cual se establecerá en uno de los asientos de la segunda fila, encargándose en este caso de las tareas de segundo piloto, controlando las temperaturas, las presiones de los neumáticos y otros datos a través de una instrumentación que nos recuerda a la labor que realizan los mecánicos de los equipos de camiones. Un reto mayor, más peso y más manos para trabajar en un reto que sin duda les exigirá tirar mucho de pala para salir de la arena.
¡Para nosotros tres será una especie de bautismo! Es el primer Dakar, un sueño hecho realidad desde que éramos niños. Crecimos con el mito de Thierry Sabine. Estábamos siguiendo el Dakar en la televisión cuando estaba en África y estábamos fascinados por los paisajes abiertos, el espíritu de aventura y el deseo de conocer nuevas culturas, nuevas personas y nuevos países.