Enamorado del Benfica y de los rally-raids, Paulo Gonçalves ya había alcanzado los 40 años de edad perteneciendo a ese grupo de pilotos que se resisten a abandonar la categoría de dos ruedas. Tras su salida de Honda, el portugués decidía aceptar el reto y fichar por Hero Motorsport, estructura que buscaba un jefe de filas para que, junto a Oriol Mena, pudieran dar un paso hacia adelante en términos competitivos.
A pesar de su menuda estatura, había conseguido ganarse el respeto de todos sus rivales, tanto dentro como fuera de los caminos, ya que quizás era uno de los competidores más queridos por su forma de ser. La reacción de Joan Barreda daba una clara muestra de lo que significaba para muchos la figura de Gonçalves en el Dakar: “Me cuidaste durante todos estos años como un hermano. Recuerdo la inmensidad de horas que pasábamos solos en el desierto, cuidándonos a 100 metros el uno del otro, permanecerán siempre en mi alma. Te quiero Paulo”.
Desconsolado, el castellonense ha sido a uno de los que le ha tocado encajar el golpe de la noticia del fallecimiento del piloto luso después de una caída en esta séptima etapa disputada hoy. Se decía adiós a una leyenda, a un gigante de pequeño tamaño pero de gran corazón y coraje que siempre fue capaz de exprimir el máximo de la Honda en terreno duro, complementándolo además con una gran capacidad para navegar en el fuera pista.
Sin ir más lejos fue durante muchos años el seguro de una firma del ala dorada con la que casi llegó a vencer el Dakar 2015, cuando quedó a espaldas de Marc Coma y a punto estuvo de frenar la racha de victorias consecutivas de los de Mattighofen. Campeón Mundial FIM de Rallyes Cross-Country. El que escribe estas palabras siempre se resistió a dejarle fuera de la lista de candidatos a cada una de las ediciones. Él era capaz de hacerlo, y sin duda su talento y carácter combativo era digno de mención en cada previa. Hoy lamentablemente lloramos la muerte de todo un gladiador.
Una actitud incansable, incluso ante la desdicha:
Lo demostró precisamente durante sus últimos años, precisamente cuando la suerte más le dio la espalda, especialmente cuando una caída durante una prueba en su país le obligaba a pasar por quirófano en el mes de diciembre después de la rotura del bazo al chocar contra el soporte del roadbook en una caída. ‘Speedy’ Gonçalves agoto las opciones de tratar de llegar al mes de enero y tomar finalmente la que sería la última salida del Dakar como piloto de HRC. Apenas cuatro semanas para una recuperación que a otros hubiera llevado meses. No quería perderse por segundo año consecutivo el rally-raid más importante del mundo.
Su nombre pasa a ocupar la lista de accidentes mortales en la prueba organizada por ASO, la cual no lamentaba durante el último lustro la pérdida de uno de sus participantes. Fue en 2015 cuando Muchal Hernik fallecía por deshidratación. Gonçalves no podrá terminar tampoco su 13º Dakar, aunque muchos se llevarán su recuerdo hasta la meta consigo. Las imágenes de su compañero en Hero, Joaquim Rodrigues, vagando por el desierto sin rumbo tras conocer el fatal desenlace, el compañerismo de Price que se quedó durante más de una hora en el lugar del accidente después de ser el primero en encontrarlo en el suelo… Descanse en paz.