La sexta etapa del Rally Dakar 2021 no ha empezado de la mejor forma para Sébastien Loeb y Daniel Elena, con el BRX Hunter T1 detenido en la arena del kilómetro 97 después de haber dañado uno de los brazos de la suspensión. Esfumándose las opciones de conseguir prácticamente un puesto entre los cinco primeros, la pareja nueve veces Campeón del Mundo de Rallyes ha ido acumulando tensión desde que en la cuarta jornada se les aplicara una penalización de cinco minutos por exceder la velocidad límite en una de las zonas controladas.
Tras la polémica despertada después de las duras declaraciones realizadas por el propio Loeb, en las que acusaba a los comisarios deportivos del Rally Dakar de incompetencia, ASO ha dado sus explicaciones a la polémica. La versión de los miembros confirma que se le aplicó dicha penalización de cinco minutos al dúo franco-monegasco por haber excedido la velocidad en esta zona limitada en 77 km/h, ya que en dicho punto el techo era de 30 km/h y el BRX de Loeb y Elena entró a una velocidad de 107 km/h.
El Director de Carrera para los coches, Luis Gómez, explicó la cronología a la AFP que: «era una DZ [zona límite de velocidad] donde tenían que entrar a cierta velocidad- En un tramo pasó a mayor velocidad de la indicada. Esta es información proporcionada por el GPS, que se nos transmite en un informe. Hay un reglamento claro que indica el tipo de penalización según la velocidad a la que pasó. La velocidad establecida era de 30 km/h y pasó a 107 km/h«.
¿Por qué se produce entonces este problema? Como comentaba Loeb en su post en redes sociales, en el coche llevan un sistema de alertas sonoras que además de las zonas peligrosas también avisa habitualmente de cuándo se valida un WayPoint y se puede por tanto seguir con el rumbo y la siguiente indicación del RoadBook. La otra función es la de anunciar la llegada a zonas con velocidad limitada, información que también viene recogida por el Libro de Ruta tal y como os mostramos el otro día.
El GPS emite un pitido cada vez que se valida un Way Point. Cuando llega a una zona de velocidad limitada, el GPS se ilumina a 800 metros e indica con una flecha cómo llegar a la zona de velocidad controlada. A partir de ese momento, tiene 180 metros para parar. Por lo que tengo entendido de lo que ha sucedido, Sebastien no presta atención a las instrucciones de su copiloto, sino que confía en el pitido para detenerse. No es la función del silbato. La función del silbato es indicar que un WP ha sido validado – David Castera
El consejo del propio Castera es que Loeb no se centre en dicho pitido, sino que preste atención al aviso de Daniel Elena para evitar que pueda repetirse dicha situación, ya que la propia organización ha admitido que el sistema no es infalible y tampoco es su función, simplemente que en el lugar donde se producen estos controles de velocidad se suele también situar un Waypoint.
También tienes la información en el roadbook y en la tablet. Venía muy rápido y estaba esperando un pitido. El problema es que no sonó (puede ser) o que él no lo escuchó … y ese es el problema. Cuando se dio cuenta, frenó de golpe, pero ya era demasiado tarde. Creo que es un gran riesgo confiar en ese silbato. En mi experiencia personal con Stephane y Cyril, el piloto nunca debe confiar en el silbato, sino en el copiloto. Hay mucho que perder y poco que ganar
A pesar de las quejas, desde el comisariado han aclarado que el equipo Bahrain Raid Xtreme, ni ninguno de sus representantes ha presentado ninguna queja a la reglamentación. «Sebastien Loeb no ha venido a vernos, nadie nos ha llamado, nadie ha presentado ninguna queja sobre este tema. Por eso nos sorprendió esta mañana descubrir los mensajes en las redes sociales«, dijo a la AFP Javier Soler, presidente del Colegio de Comisarios.
Vía | MARCA y Motorsport