Nos levantábamos esta mañana con la confirmación de que Nasser Al-Attiyah recibía una sanción económica de 5.000 euros (a abonarse en menos de 48 horas) después de comprobarse que el ‘data logger’ o el sistema encargado de recoger datos en su Toyota GR DKR Hilux T1+ no estuvo conectado durante la etapa dos del Rally Dakar 2022, disputada en este caso y de forma excepcional entre Ha’il- Al Qaisumah después de las inundaciones que obligaron a cambiar el recorrido y suprimir la etapa Maratón.
En este caso, además de esta sanción por no cumplir con el artículo 13.1.2 del Reglamento Deportivo de la FIA, también se le aplicaba una segunda penalización en suspenso de descalificación de la prueba, por lo que de repetirse un hecho similar en lo que resta de Dakar 2022, esto supondría la inmediata expulsión del actual líder de la general en coches.
Este último punto precisamente revela la importancia que le dan ASO y FIA a las denominadas “Cajas Negras” que se encargan de recoger muchos parámetros del coche cuando este se encuentra en competición, entre otras cosas de registrar las revoluciones del motor presión del turbo, unos datos que son vitales a la hora de asegurar que todas las monturas cumplen con el reglamento técnico, más aún importante cuando se enfrentan vehículos tan distintos como los T1+ de Toyota o de Prodrive, frente al Audi RS Q e-tron eléctrico.
La defensa de Toyota GAZOO Racing se basa en que fue un error humano, en este caso el descuido de un mecánico que se olvidó de conectar dicho elemento de cara a la segunda etapa después de que, en la primera jornada, o etapa 1B, esta se encontrara correctamente activada. Toyota alega a que se trata de un procedimiento de seguridad, ya que las desconectan durante la noche y seguramente también cuando se disponen a repostar el vehículo en el vivac.
Esto ha llevado a que la FIA haya argumentado su decisión menos severa porque «Las circunstancias excepcionales presentes en este caso, en la medida en que el Rally Dakar lo conforman 12 días de competición y la infracción fue descubierta en el segundo, estando el coche conforme en el primero. Una descalificación de la competición no sería proporcionada, especialmente porque el competidor ha confirmado que solventará el problema y el coche volverá a estar conforme al reglamento para los próximos 10 días de competición«.
El Toyota de Lategan presenta irregularidades:
Podría parecer que, aunque se trataba de una decisión muy condescendiente, ninguno de los rivales vería con demasiados malos ojos esta posible controversia… hasta esta tarde. La decisión número 13 de los comisarios anuncia que Henk Lategan, otro de los pilotos oficiales de Toyota GAZOO Racing South Africa ha sido penalizado con 5 minutos en la etapa 2 después de descubrir que su Toyota GR DKR Hilux T1+, una unidad gemela a la empleada por De Villiers o Nasser Al-Attiyah, no se encontraba conforme a la normativa.
Según el Delegado Técnico de la FIA, la unidad de Lategan habría superado el máximo de presión del turbo permitida, con un número de sobre presiones por encima de la tolerancia de 30mBars/s de hasta en seis ocasiones, superando el máximo de cinco a partir de los cuales empieza a marcar el sistema de LED empleado por Magnetti Marelli en sus datalogger. Jean-Marc Fortin, representante del equipo, apuntó a que esta “pequeña sobrepresión (por debajo de 100mbar se considera así) se debía a cuando los pilotos realizan un salto apretando el acelerador a fondo”, lo que lleva a que la turbina del turbo gire más rápido y que por tanto se produzca este exceso sin obtener ninguna prestación extra ya que el vehículo se encuentra con las ruedas en el aire.
En principio no se trata por tanto de una violación grave, pero sumado a lo ocurrido con Nasser Al-Attiyah, no deja de avivar la polémica que lleva servida desde que en la etapa 1B, un roadbook “no muy preciso” en el kilómetro 257,6 según David Castera pusiera patas arriba la carrera y se cobrara un buen puñado de minutos a casi el 80% de los equipos inscritos.
