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Dándole la vuelta a la tortilla. Crónica del GP de Malasia

No deja de ser curioso que cuando más en problemas veíamos a nivel de fiabilidad a Mercedes, Ferrari haya terminado dando la nota este fin de semana en Malasia. O que en uno de los escenarios más exigentes para la mecánica haya terminado conquistando el triunfo por primera vez esta temporada Max Verstappen, protagonista de una serie negrísima de abandonos, la mayor parte de ellos sin comerlo ni beberlo. Por A o por B al menos no se nos olvidará fácil este por el momento último GP de Malasia.

De todos modos, no nos engañemos. Que no hablemos de él en el primer párrafo de la crónica no quita que el gran ganador de este GP de Malasia siga siendo Lewis Hamilton. ¿Que acabó segundo y le superó un Red Bull? Ya. ¿Y a quién le importa? El británico hoy no tenía interés alguno en pelear de tú a tú con Max Verstappen. ¡Max Verstappen, insisto! Una vez el neerlandés le superó en las primeras vueltas Hamilton sólo debía dar vueltas y vueltas hasta ver bandera a cuadros y meterse un puñado de puntos en el zurrón. Ferrari ya le había hecho todo el trabajo.

Según la Scuderia un proveedor externo está detrás de los idénticos fallos de turbo sufridos por sus pilotos. Sebastian Vettel aún puede dar gracias por tirar por la borda su clasificación. A poco que tuviera suerte en la salida estaba claro que como mínimo sería sexto, dada la exagerada diferencia entre los tres primeros equipos y el resto. Con Kimi Räikkönen KO antes incluso de empezar, quinto. Y si encima Valtteri Bottas sigue cuesta abajo, se pone a tiro cuarto. Ojo, no es un intento de restar mérito a la remontada de Sebastian Vettel, limpia y rápida, pero el daño sigue siendo muy similar: 34 puntos de desventaja y un dolor mayor al comprobar en pista que en Sepang eran inesperadamente competitivos frente a Mercedes.

Mención al margen merece el rarísimo accidente de Sebastian Vettel y Lance Stroll al finalizar la carrera. No tengo ninguna duda de que el canadiense es culpable, probablemente porque ni se molestó en mirar si venía alguien a su derecha. Pero sin ánimo de descargarle de esa culpa hay que reconocer que tanto en Fórmula 1 como en otras categorías se ven cada día más estupideces tras la bandera a cuadros, muchas veces por pensar sólo en rodar por zonas sucias y ensuciar neumáticos por si acaso. Salvo en NASCAR, donde darle un toquecito a tu coche de camino al ‘victory lane’ tiene de todo menos inocencia.

En cuanto a Red Bull, su ritmo de carrera fue ciertamente sorprendente, si bien Max Verstappen tuvo un plus sobre Daniel Ricciardo durante todo el fin de semana. En todo caso lo logrado por el equipo de las bebidas energéticas simplemente marca el camino de aquello a lo que debe aspirar McLaren la temporada que viene. Aquí Stoffel Vandoorne reflejó lo que es un hecho desde hace varias carreras, va en ascenso y terminó séptimo, segundo entre quienes no acabaron doblados tras Sergio Pérez y por delante de Lance Stroll y Felipe Massa, quienes intentando no estorbarse abrieron la puerta al belga. Superado en clasificación por su compañero de equipo Fernando Alonso no tuvo su fin de semana y dio más que hablar por sus encontronazos con Kevin Magnussen y Sebastian Vettel camino del 11º puesto final, tras la última plaza de puntos ocupada por Esteban Ocon.

Puede sonar oportunista por haber tenido sus más y sus menos hoy con Fernando Alonso uno de sus pilotos, pero Haas está perdiendo rápidamente todo el crédito acumulado durante su primera temporada de existencia. A ello contribuye la actitud de sus pilotos, pues no sólo Kevin Magnussen ha pecado de arrogancia a lo largo de la temporada, sino que hoy se sumó a él Romain Grosjean en una crítica absurda al debutante Pierre Gasly (especialmente si recordamos las circunstancias en las que el propio Grosjean debutó en 2009). Pero no olvidemos tampoco sus crónicos problemas de frenos, pese a que el equipo trata de negarlos o rebajar su importancia.

Ya que hablamos de Gasly es necesario comentar que no estuvo mal su fin de semana, ayudado por un rendimiento de Toro Rosso bastante mejor de lo previsto. Carlos Sainz pudo incluso pensar en luchar por los puntos hasta su toque con Ocon y posterior abandono por problemas de motor. Y visto lo visto en Renault a nivel estrictamente personal tampoco tiene por qué lamentar seguir con los de Faenza hasta final de temporada, ya habrá tiempo para conocer a su nuevo equipo.

Foto | Red Bull Content Pool

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Eloy Entrambasaguas

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