Aunque parece que fue ayer cuando debutó en la Fórmula 1, lo cierto es que el piloto australiano acumula diez temporadas en la categoría y desde su llegada a Red Bull Racing se pronosticó que sería un potencial aspirante al título. Pero tras su salida del equipo austriaco y posterior traslado a Renault y a McLaren, donde está en la actualidad, sus aspiraciones deportivas han ido descendiendo, hasta el punto de centrarse en batir a su compañero. El propio Ricciardo admite sentirse molesto cuando los medios sugieren que ya pasó su mejor momento y que difícilmente retornará a lo más alto del podio.
Ricciardo acumula siete victorias en la Fórmula 1, una cifra que no es tan brillante tomando en cuenta sus años en la categoría, sin embargo, llegó a ser considerado un piloto top, lo que se puede constatar en la cotización de sus honorarios. Entiende que a sus 31 años no es ninguna promesa y que ahora mismo enfrenta el reto de establecerse como el mejor piloto de McLaren, tarea que le ha complicado Lando Norris. Ante las críticas, señala que no presta mucha atención a los medios que cuestionan su talento, solamente escucha a Zak Brown y Andreas Seidl, principales directivos de la escudería.
Pero a estas alturas de su carrera no puede negar el hecho de que está latente la posibilidad de que se retire de la Fórmula 1 sin alcanzar el título. No está muy seguro de competir hasta los 40 años y si bien tiene confianza en sus virtudes, no sería capaz de apostar que va a ganar un campeonato. Desde su perspectiva, Mclaren ha sido un paso adelante tomando en cuenta su posición en Renault, pero sin duda está muy lejos de sus años en Red Bull, los mejores porque en cada gran premio tenía esperanzas de ganar. Todavía conserva su fe y recuerda que ha ganado carreras y títulos en las categorías de formación, de allí que es optimista para volver a experimentar aquellas sensaciones de gloria que le han sido esquivas durante los últimos años.
En palabras de Daniel Ricciardo:
Nunca he dudado de mi capacidad, pero sé lo suficiente para entender que en un deporte tan competitivo no hay garantías de nada. No he cambiado mi objetivo, pero es cierto que tal vez no consiga otros diez años en la Fórmula 1. Todavía tengo confianza en mí mismo, pero no lo suficiente como para apostar mi casa por ganar el título. Sé cómo funciona esto. No presto atención a lo que están diciendo o escribiendo algunos medios, pero en algún momento se filtrarán comentarios poco halagadores.
Vía | Nextgen Auto