Recientemente, Roman Rusinov, piloto y representante de G-Drive Racing, prefirió renunciar a competir en las categorías de resistencia a tener que firmar el acuerdo de Compromiso de Neutralidad y Paz propuesto por la FIA, documento que obliga a pilotos y equipos rusos y bielorrusos participar en las carreras defendiendo una bandera neutral. Esa misma actitud también la ha replicado Daniil Kvyat, quien ha preferido quedarse sin pilotar a desconocer su nacionalidad y la licencia concedida por la Federación Rusa de Automovilismo.
Tras lo ocurrido a Nikita Mazepin, este episodio con Kvyat constituye otra situación que llama la atención porque el ex piloto de la estructura Red Bull estuvo en la Fórmula 1 y hasta inclusive alcanzó podios, y justamente cuando se disponía a iniciar un nuevo rumbo en su trayectoria profesional, en el cual se incluía su primera incursión en las 24 Horas de Le Mans, se presenta esta disyuntiva. A G-Drive Racing ya se le presentó una alternativa, que sus coches sean gestionados por el equipo Algarve, pero los pilotos no están de acuerdo con las medidas propuestas por la FIA.
El alcance de las sanciones involucra también a todo patrocinador ruso, el caso más famoso ha sido el de Uralkali, y en el caso del WEC aparece involucrado el respaldo de la petrolera Gazprom Neft, principal aval de G-Drive, de allí la imposibilidad de continuar con el programa de carreras. En cuanto a Kvyat, el piloto ha manifestado estar de acuerdo con Roman Rusinov en su postura ante lo que considera una arbitrariedad por parte de la FIA, de allí que no firmó el acuerdo en el plazo establecido por el ente rector, por tal razón renuncia automáticamente a participar en el Campeonato Mundial de Resistencia.
Vía | Racingnews365