Fue el susto de la jornada de ayer. Stéphane Peterhansel no podía evitar que la preocupación se viera reflejada en su rostro mientras sujetaba junto a los médicos de la camilla en la que era evacuado David Castera después de experimentar fuertes dolores tras caer el MINI JCW Buggy en seco tras una duna cortada. La pareja de ex-motards se veía obligada a abandonar la carrera, con Monsieur Dakar en disposición de regresar con el coche al vivac, sin duda dando vueltas al incidente y a las posibles consecuencias físicas que podría tener en su nuevo hombre de confianza.
Afortunadamente todo ha salido bien y Castera podrá salir de Perú sin lesiones grave en su parte médico. Tal y como confirmaba X-Raid: “No se han encontrado fracturas óseas en la columna vertebral. Además, no hay lesión en la cápsula articular. Solo tiene una contusión espinal y las heridas sanarán sin otras secuelas”. Recordemos que el accidente llegaba después de haberse completado apenas 26 kilómetros. El golpe seco pilló de improvisto a Castera que en esos momentos estaba mirando el libro de ruta.
Un Dakar especialmente duro con los competidores en coches:
Si durante los últimos años hemos visto que muchos pilotos de motos y de quads han sido víctimas de fuertes caídas que debido a las altas velocidades de las pistas sudamericanas y de las zonas de ríos secos han dado en muchos casos lugar a lesiones de importancia, esta edición se está cobrando también muchas víctimas entre los competidores de coches. Además de la lesión de Castera, hemos visto que las dunas cortadas y algunos peligros mal señalizados en el libro de ruta nos han dejado molestias o lesiones en equipos de punta, comenzando con el dolor de cuelo que ha acompañado a Carlos Sainz desde su incidente en la tercera etapa.
No ha sido el único. Nani Roma confirmaba durante la jornada de ayer que Álex Haro, desde hace años su copiloto/navegador de confianza, estaba compitiendo los últimos tres días con una fisura en las costillas después de que el otro día un peligro mal señalado les hizo “botar” más de la cuenta y cayendo de forma seca sobre la parte de la derecha antes de volver a situarse sobre las cuatro ruedas.
Martin Prokop también se dañaba una de las manos después de que su Ford F-150 Raptor aterrizara con el morro al bajar un médano más profundo de lo que se veía a simple vista, llegando a pensar que tenía algún dedo roto, mientras que Jesús Calleja también sufrió un fuerte golpe en las dunas que le llevaron a su copiloto, Edu Blanco a sufrir dolores en las cervicales que también le obligaron a ser trasladado por aire al hospital.
A este parte de lesionados se sumaba precisamente Sébastien Loeb, superado por la situación en la penúltima etapa cuando rompía la transmisión de su Peugeot 3008 DKR cuando estaba en disposición de conseguir su quinta victoria parcial para ponerse a un rango de media hora de Nasser. Cabreado, el alsaciano le daba un puñetazo a la unidad de PH Sport y su dedo índice de la mano izquierda pasaba a mostrar un color y un tamaño que evidenciaba por dónde había salido el enfado del nueve veces Campeón del WRC.