Charles Leclerc es el piloto número 155 en usar el dorsal número 16 en una carrera puntuable para el Campeonato del Mundo de Fórmula 1 desde 1950. A pesar de haberlo hecho solo en su temporada de debut y llevar dos tercios de la misma, el monegasco está en la posición 23 en lo que respecta al número de carreras en las que cada piloto lo ha usado. Claramente, Leclerc es uno de los hombres más asociados con el número 16… un dorsal con relativamente pocos éxitos pero sobre todo, con una historia de color rojo que se remonta a Alberto Ascari en el primer Gran Premio de Italia del Campeonato del Mundo de Fórmula 1. El primer número 16 de Ferrari compitió en Monza en 1950. Pero aún así, este dorsal no gana una carrera en el coche que sea desde 1982, con un René Arnoux que ganó… el Gran Premio de Italia. Es la última de las once victorias que sitúan al 16 en décimo novena posición entre los dorsales ganadores.
La elección de Charles Leclerc cuando debutó en la Fórmula 1 fue usar el número 16 puesto que sus dos favoritos, el 7 y el 10, estaban tomados. Leclerc nació un día 16 y sus dígitos sumados dan 7, que era su número favorito. Es casi irónico que reemplace al número 7 de Ferrari. En cualquier caso y aunque parece un número con poca solera al no ser un mítico 27 o 28 ni tampoco números típicamente laureados como el 3, el 5 o el 6, su número identificativo resulta interesante. Eso sí, Leclerc será el primero en lucir este dorsal en particular en un Ferrari desde que lo hiciera Lorenzo Bandini en el Gran Premio de Mónaco de 1966, con un valorable segundo puesto. En total, 16 (¡claro!) pilotos han competido con este dorsal en un Ferrari, con resultados de lo más variopinto.
La historia del Ferrari número 16 comenzó en 1950 con Alberto Ascari y el 375 que tuvo que retirarse por rotura del motor en el GP de Italia. Al año siguiente, Peter Whitehead se retiró de los Grandes Premios de Suiza e Italia en un 125 privado de su propio equipo, además de tener a un Piero Taruffi que estuvo inscrito en Francia con este dorsal pero no acudió por enfermedad. En 1952, Luigi Villoresi logró ser tercero en el Gran Premio de Italia, firmando el primer gran resultado del 16 con Ferrari. Llegó entonces el más popular piloto con esta combinación de Ferrari y 16; un Mike Hawthorn que disputó un total de cinco carreras con ella, ganando en Francia en 1953. Se trata de la única victoria de la marca italiana con este número, aunque en Bélgica en 1958 Hawthorn logró la pole y fue segundo.
Entre tanto, compitieron también con este número en un Ferrari el italiano Umberto Maglioli en Argentina en 1954 y el belga Jacques Swaters en Gran Bretaña ese mismo año. ¡Incluso Alfonso de Portago llegó a lucirlo! Fue en el Gran Premio de Francia de 1956. Maurice Trintignant le sucedió en 1957 en Francia y Gran Bretaña, mientras Wolfgang von Trips hacía lo propio en Italia un año después, siguiendo los pasos de Luigi Musso y su segundo puesto en Argentina en 1958. En 1959, Cliff Allison disputó el Gran Premio de los Países Bajos con un Ferrari y el número 16, apenas unas carreras antes de que lo hiciera Dan Gurney hasta llegar al podio en Portugal y Willy Mairese en Italia en 1960, de nuevo tercero. Phil Hill partió desde la pole position en Francia en 1961 y John Surtees intentó sin éxito ganar en Francia en 1963, antes de terminar con Lorenzo Bandini en Mónaco, en 1966. Desde entonces… nada.
Las victorias del número 16 parecen ir cargadas de significado. La primera victoria de este dorsal fue en el Gran Premio de Suiza de 1950… con un Alfa Romeo (de Giuseppe Farina). También la primera temporada de Leclerc une a Suiza y Alfa Romeo a través de Sauber. La segunda victoria de este dorsal fue en Francia en 1953, con el Ferrari de Mike Hawthorn, lo que nos lleva a acordarnos no solo de la ‘referencia’ evidente en el coche sino también del país de Jules Bianchi, amigo y mentor de Leclerc. Un año más tarde, Juan Manuel Fangio ganaría en Italia al volante de un Mercedes. Como las flechas de plata en tiempos recientes. La era de los ‘garagistes’ daría victorias de Bruce McLaren y Jack Brabham en sendos Cooper, además de Jim Clark en un Lotus y Jack Brabham de nuevo pero esta vez en su propio coche.
Llega entonces la época más prolífica del dorsal número 16 gracias a Renault y a René Arnoux, el hombre más exitoso con él. Venció dos Grandes Premios en 1980 y otros dos en 1982. En Francia en este último año, Arnoux se impuso en mitad de una rebelión contra las órdenes. Luego, la última vez que el número 16 se impuso en la Fórmula 1 fue con motivo del Gran Premio de Italia de ese mismo año tras fichar Arnoux por Ferrari y con los dos coches italianos a su lado en el podio. Coincidencias, desde luego. Pero varias muy curiosas y que nos hacen pensar en el destino… aunque también en cómo el ser humano es capaz de ‘manipular’ cualquier dato con tal de darle sentido. ¿Será Leclerc capaz de construir una leyenda que no necesite de tales ‘jugadas’?
