Hace unos meses os comentamos en Diariomotor Competición que Long Beach había lanzado un concurso para evaluar propuestas sobre el futuro de su Gran Premio, la prueba urbana más veterana en Estados Unidos. Y a él habían acudido dos compañías, la actual promotora de la cita de IndyCar Series y otra interesada en que regresara a California el Mundial de Fórmula 1. Pues bien, el veredicto de la consultora KPMG es que Long Beach debería seguir siendo territorio IndyCar.
¿Cómo han llegado a esa conclusión? El Ayuntamiento de Long Beach ha hecho público el informe de un centenar de páginas, pero por ser breves, han pesado mucho los inconvenientes del regreso del Mundial de F1 a las calles de aquella ciudad: sólo poner en marcha la propuesta y montar un trazado adecuado costaría 25 millones de dólares, sin garantías de tener hueco en el calendario o de cómo se afrontaría el pago del canon; el evento duraría menos días (10 actualmente) y las actividades fuera de carrera propuestas palidecen frente a la oferta actual; y la visibilidad mediática en Estados Unidos no tendría por qué ser mayor, por mucho que a nivel internacional la F1 ofrezca mucho más. Además la Fórmula 1 no llegaría a Long Beach antes de 2020.
Así pues, aunque aún no hay contrato firmado con la IndyCar todo parece apuntar hacia una continuidad de esta categorías en las calles de Long Beach. Además el promotor se compromete a acelerar el proceso de montado y desmontado del circuito, otra ventaja frente a la necesidad de la Fórmula 1 de montar estructuras semipermanentes como un edificio de boxes para alcanzar así el circuito un estatus Grado 1 FIA. Dificilmente volveremos a ver F1 en Long Beach, pero el informe ayudará a Liberty Media a darse cuenta de qué cambios debe hacer para convencer a promotores.
Foto | IndyCar Series