Si el Gran Premio de Gran Bretaña daba un momento histórico para la Fórmula 1 en España, la jornada de hoy en el Red Bull Ring fue mucho peor para los intereses de Carlos Sainz y Fernando Alonso. El motor Ferrari cedía a falta de 14 vueltas para el final cuando el madrileño estaba presionando a Verstappen con opciones muy reales de robarle la segunda posición. Por su parte, el Alpine de Alonso sufría vibraciones tras su segunda parada durante el Virtual Safety Car resultado de la retirada del madrileño, aparentemente por una rueda mal apretada. Ello causó una parada extra en boxes y un décimo posición que sabía a poco.
Después de una sesión clasificatoria del viernes en la que los pilotos españoles tenían una buena posición de salida para la carrera del sábado al ser Sainz tercero y Alonso séptimo, la carrera Sprint ofreció suerte dispar para ambos, con el madrileño manteniendo la tercera posición después de una breve lucha fratricida con su compañero Leclerc en la que el monegasco se quedó con el segundo puesto. Peor lo tuvo un Alonso cuyos problemas técnicos le dejaron sin salir a carrera, motivando que el equipo decidiera cambiar el motor de su Alpine de cara al Gran Premio, arrancando por lo tanto último.
En el momento de la salida, Sainz no estuvo especialmente acertado, siendo atacado por un Russell que llegó a robarle la tercera posición brevemente. El español aún consiguió devolverle la jugada en la primera vuelta, recuperándose y quedándose en una solitaria tercera posición que mantenía a lo largo de buena parte de la carrera. El hombre de Ferrari llegaba a la vuelta 28, cuando realizaba su primera parada en boxes, manteniendo lo que era una tercera posición real que se convertía en segunda con la parada de Verstappen y que volvía a ser tercera cuando Sainz paraba de nuevo en la vuelta 51. Sin embargo, parecía que la segunda posición era, más que una posibilidad, una realidad, con un ritmo que veía al madrileño acercándose a Verstappen con facilidad.
Desafortunadamente, la falta de fiabilidad de Ferrari volvió a hacer acto de presencia, con un motor roto a falta de 14 vueltas para el final. Sainz dejaba el coche aparcado en una escapatoria y vivía el momento más angustioso del día al no poder bajarse de un coche en llamas hasta que un comisario no usaba una cuña de madera para que el coche no fuera marcha atrás cuesta abajo. Tampoco tuvo mejor suerte un Fernando Alonso que en materia de carrera acabó en décima posición. El resultado parecería ser positivo después de haber arrancado desde el fondo de la parrilla, pero el ritmo del asturiano daba para mucho más.
A pesar de no haber hecho una carrera espectacular, Alonso hizo gala de un gran ritmo que le ayudaba a estar en posición de puntos tras la llegada de las paradas en boxes. La presencia del Virtual Safety Car tras el abandono de Sainz le habría ido muy bien a un Alonso que debería haber sido séptimo, pero unos aparentes problemas con una rueda mal fijada forzaban una parada en boxes extra que le dejó momentáneamente fuera del top 10. Alonso era décimo cuarto pero en los últimos giros remontó hasta llegar al décimo puesto. Lo que faltará ahora es que la investigación de los comisarios resuelva si hay infracción que sancionar o si mantiene la posición.