Desde Italia aseguran que el Ferrari de esta temporada volverá a exhibir un predominio rojo similar al de 2007 y apenas tendrá una ligera franja gris, como la que decora a las Ducati Desmosedici de MotoGP. Será un retorno a la cultura y a la tradición que fundó Ferrari ya que el coche no tendrá áreas blancas, el banco Santander retiró el patrocinio y Philip Morris anunciará un producto distinto a los cigarrillos convencionales. También se informó que el actual monoplaza tendrá una distancia entre ejes más extensa, en comparación con el SF70H, lo que indica que Ferrari adoptará las dimensiones del Mercedes W08.
Para hallar un Ferrari totalmente rojo, aparte del F2007 y del F2008, hay que remontarse hasta la temporada de 1969, cuando el poco competitivo 312/69 defendió al equipo italiano. Desde entonces los monoplazas de Maranello han mostrado colores distintos al rojo en sus alerones, destacando el negro y el blanco en las últimas décadas. Tanto el año pasado como en 2016, Ferrari utilizó grandes espacios blancos en sus coches, especie de homenaje al 312T que llevó a Niki Lauda a los títulos de 1975 y 1977. En este caso, la evocación sería a los últimos coches que alcanzaron títulos para Ferrari, con Kimi Räikkönen obteniendo el cetro de pilotos en 2007.
La decoración no será el único factor que generará expectativa en la presentación de Ferrari, porque si bien los equipos no desvelan sus secretos de diseño tan temprano habrá que prestar atención a la propuesta que trae la escudería italiana en las zonas laterales ya que lo hecho en 2017 fue copiado por sus rivales. En cuanto al motor no existen dudas de que estará a la altura del compromiso, así que la mayor atención se centrará en la parte aerodinámica.
Al igual que el año pasado, desde los predios de Maranello reeditan la estrategia del silencio mediático, hay mucho hermetismo con respecto a la propuesta técnica de este año y los planes inmediatos de la escudería.
Vía | Corriere della Sera
