Difícil jornada sin demasiados premios para los pilotos españoles en el Gran Premio de Gran Bretaña. Tras una sesión clasificatoria complicada, Fernando Alonso apenas pudo salvar una relativamente invisible séptima posición, justo por detrás de Sergio Pérez. Mientras tanto, Carlos Sainz fue víctima del exagerado uso de neumáticos de Ferrari, que le obligó a parar antes que sus rivales, situándose en una posición poco ventajosa cuando salió el coche de seguridad, lo que le llevó a tener que conformarse con ser décimo al término de la carrera.
La jornada del sábado estuvo por debajo de las expectativas para los dos pilotos españoles, con Carlos Sainz quinto y por detrás de su compañero de equipo Charles Leclerc y Fernando Alonso con una anónima novena posición que parecía indicar que el Aston Martin no acababa de funcionar en Silverstone como en otros circuitos en este 2023. Sin embargo, con una carrera que Pirelli apuntaba que podía tener bastante variabilidad estratégica, sus opciones seguían siendo realistas para intentar pelear por estar en el podio, aunque para ello tendrían que enfrentarse a unos inesperadamente competitivos McLaren.
Los primeros compases traían suertes encontradas para los españoles, con un Sainz que caía al sexto puesto tras ser superado por un Russell que partía con un compuesto de neumáticos más blando y un Alonso que escalaba al séptimo puesto con una buena salida. Sin embargo, no pasarían muchas vueltas hasta que Hamilton acabó dando cuenta del asturiano en una delantamiento limpio y sin demasiada oposición, relegándole a la octava posición para una primera parte de carrera que no tuvo demasiada historia. Los pilotos tardaban muchos en parar en boxes y no había mayores cambios para Alonso y Sainz.
El de Ferrari fue el segundo de los pilotos de la zona de puntos en parar, tras su compañero de equipo. Lo hizo en la vuelta 29, cuatro antes de un periodo de Virtual Safety Car que acabó con el coche de seguridad en pista. Esto benefició a todos aquellos que no habían parado y mientras en Ferrari decidieron tomar el riesgo con Leclerc de realizar otra parada, con Sainz se optó por quedarse en pista. Reanudada la carrera, Alonso era sexto y Sainz, séptimo. Ninguno de los dos lograría mejorar su orden en pista y de hecho, ambos perdieron posiciones.
Pérez superó a un Sainz sin neumáticos que no pudo defenderse de los ataques de Albon y Leclerc, que le adelantaron en el espacio de tres curvas. Solo la retirada de Gasly tras un toque con Stroll y la sanción que se llevó el canadiense salvaron a Sainz de lo que habría podido ser una carrera sin puntos. Tuvo que conformarse con ser décimo. Por su parte, Alonso cedió también ante el empuje de Pérez, y finalizó el Gran Premio en séptima posición. Puntos valiosos que sin embargo no le permitieron recortar la escuálida ventaja que mantiene Pérez sobre Alonso en la peculiar lucha por el subcampeonato.