En primera instancia se tenía prevista que la votación para determinar la viabilidad de la propuesta de Red Bull Racing, de congelar el desarrollo de las actuales unidades de potencia hasta la introducción de la próxima generación de motores, se realizaría el pasado 25 de enero, pero el proceso fue postergado para el venidero 11 de febrero, situación que no agradó en los predios de la escudería austriaca porque es evidente que no existe un consenso entre los involucrados en la Fórmula 1.
Helmut Marko, asesor de Red Bull Racing, se mostró muy contrariado con esta situación puesto que la propuesta realizada ya tiene un tiempo prudencial en el ambiente y el equipo ha realizado todos los requerimientos para asegurarse el uso de las unidades de potencia Honda sin el apoyo del fabricante. Por tal razón criticó la actitud de la comisión de la Fórmula 1, que incluye a la FIA, la FOM, los diez equipos y los cuatro proveedores de motores.
Marko ha dejado bien clara su posición con respecto a lo que está sucediendo, para Red Bull no hay alternativas, de no congelarse el desarrollo de las unidades de potencia, Dietrich Mateschitz estaría dispuesto a retirar a sus dos escuderías de la parrilla. Hasta ahora, Stefano Domenicali, director ejecutivo de la Fórmula 1, ha señalado que la votación no se ha efectuado, se realiza vía correo electrónico, porque no está claro cuándo se va a introducir la nueva generación de motores. La propuesta de Red Bull es congelar el desarrollo a partir de la primera especificación que se introduzca en el 2022, contando con que los nuevos motores llegarán a más tardar para el 2025.
En palabras de Helmut Marko:
Podríamos mantener, ensamblar y usar estos motores, pero no podemos ni técnica ni económicamente permitirnos el desarrollo.
Vía | Speedweek