Representantes de la IndyCar se trasladaron esta semana a Argentina para visitar el Autódromo Termas de Río Hondo, invitados por Ricardo Juncos, copropietario del equipo Juncos Hollinger Racing. Además de recorrer el circuito, la delegación encabezada por Mark Miles, presidente y director ejecutivo de Penske Entertainment, se reunió con Ricardo Sosa, secretario ejecutivo de turismo de Argentina, para hablar sobre la posibilidad de realizar una fecha de la IndyCar en el trazado, el cual, desde el 2014, se incluye entre las sedes del Campeonato Mundial de Motociclismo.
La Indycar, para entonces la USAC, corrió por última vez en Argentina el 28 de febrero de 1971, era la fecha inaugural de la temporada y se disputó en el óvalo del Club Atlético Rafaela. Ahora, con un equipo argentino y un piloto de la misma nacionalidad, Agustín Canapino, el país suramericano aspira que nuevamente la categoría de monoplazas desembarque allí, sobre todo porque Autódromo Termas de Río Hondo posee una certificación FIM Grado A y FIA Grado 2, además sus instalaciones están próximas a un aeropuerto.
La organización IndyCar ha comunicado en reiteradas ocasiones que existe interés en escenificar carreras en otros países, además de Canadá. Ahora se presenta esta oportunidad que luce promisoria. En noviembre del año pasado, Canapino realizó una exhibición en el circuito, con el monoplaza con el que ahora compite, y logró reunir a una gran cantidad de fanáticos, el entusiasmo que se observó en el recinto motivó a Juncos para proponer el desembarco de la IndyCar en Argentina. Habría que ver ahora si autoridades locales y los promotores logran convencer a la directiva de la IndyCar de poder organizar una fecha del calendario en los próximos años.
