Nashville es un circuito precioso a una vuelta, pero tras dos citas de IndyCar en el urbano de Tennessee podemos afirmar ya con rotundidad que tiene imán para los accidentes y las carreras locas. En la segunda edición del GP de Nashville volvió a ocurrir lo mismo y las apariciones del coche de seguridad volvieron a condicionar el desarrollo de la carrera, sonriendo estratégicamente a Scott Dixon en un buen fin de semana también para Alex Palou.
Como muestra de lo movida que fue la tarde del domingo hay que señalar que Dixon, a la postre vencedor, apenas salía 14º, pues tal y como ocurrió la semana pasada en Indianápolis, tanto él como Marcus Ericsson (18º) cayeron a las primeras de cambio en la sesión de clasificación. Sólo Palou brilló en Ganassi, situándose cuarto. La pole fue para Scott McLaughlin, por delante de Romain Grosjean y un de nuevo destacado Christian Lundgaard. Pato O’Ward y Josef Newgarden completaron el Fast Six.
McLaughlin mantuvo el liderato en la salida, con Palou accediendo al tercer puesto, pero muy pronto se inició el carrusel de banderas amarillas al tocar muro Colton Herta cuando trataba de adelantar a Dalton Kellett. Y éste sonrió en los compases iniciales a Palou, que entró a boxes justo cuando volvía a aparecer el coche de seguridad, pasando al frente de la prueba. Otra víctima de los numerosos incidentes sería Pato O’Ward, quien al recibir un impacto de Graham Rahal se quedó sin caja de cambios. El mexicano se despidió así de sus opciones de título.
Pero lo que te dan las banderas amarillas también te lo pueden quitar ellas y otro incidente con Graham Rahal de por medio colocó arriba a Scott Dixon (sólo por detrás de Newgarden, que aún debería parar), al tener que realizar todos los pilotos de cabeza su última parada. A Palou, sexto en la resalida, le tocaba remontar y en esas se tocó con el maltrecho monoplaza de Will Power en un error de cálculo que dañó su alerón delantero. Perdiendo claramente ritmo, fue casi milagroso que las numerosas resalidas (toques entre Kirkwood y Malukas, Grosjean y Newgarden…) no sólo no perdiera sino que al final salvara un tercer puesto. En la lucha por la victoria, Scott Dixon aguantó el ataque final de su compatriota Scott McLaughlin, mientras que los incidentes finales acabaron con Marcus Ericsson fuera de carrera sin cambio, igual que le ocurrió a O’Ward.
Pese a ser sólo 11º con un coche claramente dañado, Power sale de Nashville líder, seis puntos por delante de Dixon. Y en una horquilla de apenas 33 puntos se mantienen también Ericsson, Newgarden y Palou a falta de sólo tres carreras. El óvalo corto de Gateway les espera en dos semanas.
Foto | Chip Ganassi Racing