La novena y la décima fecha del Supercars representó par de dobletes para el Team Penske ya que el sábado Scott McLaughlin logró ganar por séptima ocasión en la temporada y fue escoltado por su compañero Fabian Coulthard, en tanto el domingo fue Coulthard quien cruzó la meta en primer lugar con McLaughlin en el segundo. También ambos pilotos se repartieron las poles en los dos eventos y además sus rivales directos, los pilotos del Red Bull Holden Racing Team, no fueron enemigos de consideración, así que en Phillip Island, los Ford Mustangs patrocinados por Shell V-Power arrasaron nuevamente.
El sábado la carrera, aunque fue a 27 vueltas, resultó intensa en varios pasajes, sobre todo en la zona media. McLaughlin largó desde la pole y en esta ocasión fue acosado por su propio compañero de equipo durante la mayor parte del recorrido. Otros pilotos que resultaron grandes animadores de la jornada fueron Andre Heimgartner y su compañero Rick Kelly, quienes con sus Nissan Altimas batallaron contra los Mustangs de Tickford Racing y los Holden oficiales. Previo a la primera ventana de parada en los boxes, los pilotos de Penske tenían una ligera ventaja de cuatro segundos con respecto a sus perseguidores.
En la primera ronda de detenciones, McLaughlin y Kelly entraron primero, luego le siguieron Coulthard y Heimgartner. Los pilotos de Penske mantuvieron posiciones, pero Heimgartner se estableció en el tercer lugar. Cuando Coulthard recortaba la ventaja con respecto a McLaughlin, Jaime Whincup perdió un neumático y por tal razón salió el Safety Car. Justamente en ese intermedio, los comisarios de la prueba indicaron que las detenciones del equipo Penske estaban en averiguación porque al parecer sus boxes no estaban alineados según el reglamento, situación que se investigaría posterior a la carrera.
Una vez reanudada la competencia, McLaughlin y Coulthard volvieron a marcar diferencias, aunque sus ritmos eran muy similares lo que hacía presagiar que el final sería apretado y así fue, 1.2395 segundos separaron a ambos Mustangs. El duelo entre ambos pilotos fue limpio, lucharon por la victoria con mucho respeto y sin incurrir en intimidaciones ni imprudencias, asegurando así el cuarto doblete en nueve fechas. Heimgartner mantuvo el tercer lugar, lo que representó su primer podio en la categoría y muy buenas noticias para Kelly Racing y sus Nissan Altimas privados puesto que la aparición del Safety Car agrupó los coches y se creyó que el Nissan sería presa fácil de los que venían atrás, pero no fue así. Luego finalizaron David Reynolds, quien en esta ocasión fue el mejor Holden clasificado, Chaz Mostert, Shane van Gisbergen, Rick Kelly, Scott Pye, Nick Percat y Will Davidson cerró el grupo de los diez mejores del día.
La revancha para Fabian Coulthard llegaría al siguiente día. El piloto neozelandés nacido en el Reino Unido no subía hasta lo más alto del podio desde hace casi un año, pero el domingo era la oportunidad de reencontrase con el éxito ya que largó desde la pole con el mejor coche del campeonato. Al igual que la carrera del sábado, la del domingo fue un duelo intenso con Scott McLaughlin, a quien superó por apenas 0.6793 segundos. Si bien McLaughlin tomó la delantera al inicio de la carrera, Coulthard se mantuvo en su estela con un ritmo muy similar, la estrategia de Team Penske en este caso marcó la diferencia puesto que las paradas en los pits no fue parecida para ambos pilotos.
Anton De Pasquale, del equipo Penrite Racing, resultó en esta prueba la alternativa ya que pudo llevar a su Holden Commodore hasta el tercer puesto y se mostró combativo durante todo el recorrido. En cuanto a Chaz Mostert y a Cameron Waters, ambos corrieron quinto y sexto durante los primeros tramos, pero en Tickford Racing decidieron mantenerlos sin cambiar neumáticos el mayor tiempo posible, por tal razón llegaron a liderar la carrera durante varias vueltas. También De Pasquale asumió el liderato por un tiempo limitado, hasta que la segunda ronda de paradas en los pits volvió a reorganizar la carrera de forma lógica.
McLaughlin entró primero mientras Waters era líder y su parada no fue la mejor ya que perdió cierto tiempo. Cuando Mostert y Waters hicieron su parada y salieron a pista, se encontraron con que De Pasquale los había adelantado en su lucha particular por el tercer lugar. Coulthard hizo su parada y salió por delante de McLaughlin, quien salió por detrás de De Pasquale, pero logró adelantarlo a falta de 25 vueltas. Tanto Coulthard como McLaughlin comenzaron entonces su duelo, alejándose gradualmente del resto de sus adversarios, incluso en esta carrera tampoco los pilotos del Red Bull Holden fueron rivales, ni siquiera para el podio. Shane van Gisbergen fue séptimo y Jamie Whincup duodécimo.
Tras De Pasquale llegaron Will Davison, Chaz Mostert y Cameron Waters, es decir de los seis primeros pilotos en meta, cinco llevaban un Ford Mustang, lo que concede una idea de la superioridad del coche de Ford. Rick Kelly, Tim Slade y Nick Percat completaron los mejores diez de la jornada. En cuanto al campeonato, McLaughlin mantiene su ventaja de 124 puntos con respecto a Coulthard y a estas alturas parece que reeditar su título de 2018 será un simple trámite este año.
Vía | Supercars