Benelux es una asociación económica y de cooperación que ha dado éxitos a sus integrantes y ahora regresa a la Fórmula 1 de forma consecutiva desde 1970. Si bien el fin de semana en Spa-Francorchamps acabó de forma nefasta y con publicidad negativa para el deporte, Zandvoort ha visto por ahora lo contrario en un éxito de público y de espectáculo. Carlos Sainz y Fernando Alonso se sumaron a la fiesta y entraron en la Q3 por partida doble sin complicaciones, a pesar del accidente del piloto de Ferrari unas horas antes.
La Q1 dio cierta acción en su parte inicial y el tráfico era esencial para marcar un tiempo representativo. Alonso llegó a ser quinto, con Sainz más discreto aunque a la espera de aumentar el ritmo a la hora de la verdad. Finalmente Sainz pasó segundo en el doblete de Ferrari (1.10.022), detrás de un veloz Charles Leclerc en una igualdad tremenda que descolgaba a Sergio Pérez y a Sebastian Vettel entre molestias respecto a los rivales; Alonso fue 12º sin apuros y con margen respecto a los pilotos en riesgo.
El accidente de George Russell marcó el desarrollo de la Q2 con una larga interrupción que dejó a los 15 integrantes a la espera de más. Sainz se ponía 7º y Alonso 9º en medio de la cercanía de tiempos cuando el inglés se fue al muro de la penúltima curva y debían aguardar a la limpieza de las piedras y la reparación del muro. Sin embargo, la parte final quedó cortada por el accidente de Nicholas Latifi y las posiciones se quedaron como estaban, accediendo los dos españoles a la lucha por la pole position.
Ya en Q3 el público local enloqueció con los quehaceres de Max Verstappen y su velocidad en el asfalto. La dupla española empezó bien, con Sainz entrando justo detrás de Leclerc y Alonso como el mejor del resto más allá de un superlativo Pierre Gasly. El segundo intento vio mejoras insuficientes, siendo el Ferrari sexto a milésimas de su compañero y el de Alpine noveno detrás de Esteban Ocon y un aún más increíble Antonio Giovinazzi, séptimo en la primera Q3 de Alfa Romeo.
Sainz alabó el trabajo de los mecánicos de Ferrari y la mejora del fin de semana, en especial después del poco tiempo de reacción al accidente matinal.
La qualy ha sido mentalmente dura, de las más duras de mi carrera. Tras el accidente en el tercer libre sabíamos que iba a ser difícil volver a pista pero los mecánicos han hecho un trabajo increíble, se lo han currado y he podido recuperar el tiempo perdido y olvidarme el error. Mejorar poco a poco me deja buen sabor de boca, muy cerca del P4 en un circuito difícil con una sola línea, dónde si te vas fuera chocas contra el muro.
Alonso ha juzgado extrañamente las constantes interrupciones pero también se ha mostrado contento en un circuito donde adelantar parece imposible.
Es un fin de semana raro, muchas salidas de pista y banderas rojas. Hemos librado todos los problemas y es bueno hacer un top 10, esperamos consolidar nuestra posición porque adelantar es muy difícil. Habrá poca acción como en Mónaco y Hungría, serán más clave las paradas que la acción en pista. Mañana estaremos atentos porque puede haber interrupciones y Safety Cars, la FIA y la FOM deciden dónde corremos y nos extraña correr en un circuito con grava pero antes todos eran así y hay que acostumbrarse.