A veces cuesta decidir por dónde empezar una carrera o incluso si se debería escribir la crónica hasta que salgan los resultados definitivos. Y eso es exactamente lo que nos ocurre con la segunda carrera de Fórmula E en el trazado saudí de Diriyah, donde BMW confirmó lo bien que se le da esta pista y alcanzó inicialmente un doblete de la mano de Alexander Sims y Maximilian Günther… que se convirtió en simple victoria horas más tarde.
Que BMW es un rival a tener en cuenta en este circuito ya lo sabíamos desde la temporada pasada, cuando Da Costa ganó para la casa bávara. Y quedó reiterado en la jornada del viernes con la pole de Sims, si bien en carrera las cosas no le fueron tan bien. Pero el sábado salió a pedir de boca para el británico, que repitió pole con dos décimas de ventaja sobre Sébastien Buemi. En esta ocasión los ‘cocos’ tradicionales del certamen reaparecieron en los primeros puestos, pues además de Buemi participaron en la Superpole Di Grassi, el Mahindra de D’Ambrosio (aunque no podría tomar la salida horas más tarde) o el Techeetah de Da Costa. Eso sí, su compañero Jean-Éric Vergne no pasó del 11º puesto y debió afrontar un cambio de baterías, con su correspondiente sanción.
Posiblemente el único hombre que tuvo un sábado tranquilo fue el poleman y a la postre vencedor, Alexander Sims. El inglés fue capaz de tener la carrera bajo control en todo momento, mientras detrás de él se desataba el caos en una prueba mucho más movida que la del viernes. António Felix da Costa se mostró como uno de los hombres más activos y ello no llegó sin consecuencias, pues cuando acosaba a Sébastien Buemi por el segundo puesto se terminó llevando por delante al de Nissan, que encima se reincorporó al carril de forma temeraria. Diez segundos de sanción le cayeron en una acción que afectó además directamente a su compañero Rowland.
Sin embargo se evitó el Safety Car de momento, llegando poco más tarde a consecuencia de otra batalla con Da Costa de por medio. Su pugna con Di Grassi provocó un efecto acordeón, pues Bird intentó aprovecharse, perdió su sitio en la trazada, Evans trató de colarse y al quedarse sin sitio mandó al ganador de la primera carrera contra el muro. El lío continuó con la resalida, pues Sims aprovechó justo ese momento para activar el Modo Ataque, supuestamente prohibido bajo Safety Car, y buena parte de sus perseguidores le imitaron. Y como suele pasar, un Safety Car provoca otro, siendo en este caso la víctima el otro Virgin, en manos de Robin Frijns.
Su accidente generó la situación más esperpéntica del día, y eso tiene mérito dado la carrera de la que hablamos, pues Dirección de Carrera dio la resalida cuando los comisarios aún retiraban su monoplaza en grúa, debiendo activar de inmediato un Safety Car Virtual. Para entonces Sims ya se había escapado y Lucas di Grassi había cedido el segundo puesto para activar su último Modo Ataque, logrando superar a Stoffel Vandoorne pero no pudiendo hacer lo propio con Maximilian Günther, que selló así el doblete de BMW… para luego perderlo por haber sido cazado adelantando a Di Grassi y Vandoorne bajo Safety Car.
Así, Di Grassi y Vandoorne acompañaron finalmente a Sims en el podio, cayendo Günther fuera de los puntos. El británico de BMW sale de Arabia Saudí líder del campeonato con cinco puntos más que Vandoorne y nueve más que Bird, de vacío en la jornada de sábado. El bicampeón Vergne heredó un octavo puesto para obtener cuatro puntos.
Foto | BMW Motorsport