Spa-Francorchamps siempre cumple con lo prometido. Poco importa que estemos a las puertas del mes de mayo, que la caprichosa meteorología de la zona de las Ardenas siempre nos regala un buen espectáculo en forma de sorpresas y de la variedad en cuando a las condiciones de agarre que se pueden dar a lo largo y ancho de una carrera de seis horas de duración. Y esta vez el dramatismo empezó desde muy pronto.
Ya en la vuelta previa al inicio de la carrera se dieron múltiples salidas y trompos entre los vehículos de las categorías soporte. Phil Hanson (Oreca n°22) se iba contra las protecciones en la parte superior del Raidillon y posteriormente sufriría un trompo. Claudio Schiovani (Porsche n°60) también se quedaba enganchado en una escapatoria, mientras que Christian Ried (Porsche n°77) hizo hasta tres trompos en esos compases iniciales en los que muchos equipos optaron por poner a sus pilotos bronce a la espera de que se diera un Coche de Seguridad y que, por tanto, pasaran minutos de cada uno de los turnos de los que en teoría son los pilotos más lentos.
Las delicadas condiciones también trajeron movimiento entre los competidores de la clase reina, especialmente para aquellos que salieron con los neumáticos de seco, entre ellos los dos GR010 de Toyota. La firma nipona jugaba a la larga, con un asfalto que se secaba y pensando más bien en aguantar esas vueltas y evitarse una parada temprana en boxes. Poco le duró a Ferrari estar en la primera posición, así como esas posiciones ganadas por parte del Cadillac número 2 y los dos Peugeot. Terminarían llegando los actuales campeones del Mundo de Resistencia desde atrás.
Al término de la primera hora estaba el coche número 7 de Mike Conway de nuevo en cabeza después de haber perdido tres plazas en la primera vuelta, mientras que la otra unidad, en esos momentos pilotada por Sébastien Buemi, ya se colocaba quinto justo detrás del Porsche #5 y por delante de un renacido SCG 007 LMH que durante unos minutos fue un protagonista incómodo para aquellos que buscaban ganar posiciones rápidamente al contar con el talento de Romain Dumas detrás del volante.
SAFETY CAR 🟡
Massive crash for the #3 Cadillac at the top of the Raidillon. Driver ok.#WEC #6HSpa pic.twitter.com/r02J1oqWAe
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Peugeot y Ferrari se vieron obligados a parar para poner ya el neumático de mojado y la carrera entraba en un momento en el que aquellos equipos a los que peor le había salido la estrategia tenían el difícil reto de recuperar plazas. Precisamente Ferrari estaba trabajando en ello para superar al Cadillac de Renger Van der Zande (compartido con Sébastien Bourdais y Jack Aitken) durante la segunda hora de carrera cuando el V-Series.R LMDh se iba sin previo aviso (al parecer un problema con la dirección asistida) contra el muro de Eau Rouge a gran velocidad, quedándose completamente destrozado, aunque con el piloto saliendo completamente ileso.
La imagen era terrible, recordando otros muchos accidentes con consecuencias fatales que se habían dado precisamente en ese punto. Sin embargo, en este caso no hubo que lamentar daños personales, con el piloto incluso haciendo una reverencia al público que le vitoreaba después de verle salir por su propio pie del Cadillac. Sería la noticia de esa segunda hora de carrera, con Mike Conway y Toyota dominando delante, Ferrari buscaba alcanzar al otro prototipo estadounidense superviviente y los Peugeot, Glickenahus y Vanwall ya caían incluso por detrás de las referencias en LMP2.
La carrera parecía estabilizada hasta que de repente, el Porsche 963 LMDh #6 también se quedaba fuera de carrera, en este caso por un problema de fiabilidad justo en el momento en el que Laurens Vanthoor tenía que dejar el asiento a Kevin Estre. No sería la última baja, ya que a las 16:15, Jacques Villeneuve había de nuevo estrellado el Vanwall contra las protecciones tal y como pasó en Portimao cuando se le reventó el freno de la parte delantera derecha.
El canadiense en esta ocasión tenía poco que hacer de nuevo, en este caso al haberse encontrado en pista con el Ferrari 488 GTE de Francesco Castellacci, con el que tendría un toque y el Vandervell 680 LMH se iba contra las protecciones después de haber sido protagonista también en el arranque por una salida con el neumático frío tras salir de boxes.
SAFETY CAR 🟡
Another safety car comes out as the #54 AF Corse and #4 Vanwall collide in T16.#WEC #6HSpa pic.twitter.com/RYB7ZYNxTV
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Precisamente esa ha sido una de las polémicas del fin de semana. Después de que en Portugal acompañara el sol, en Spa-Francorchamps se ha podido ver una película distinta, en este caso con la falta de agarre que era más que evidente cuando los coches salían de boxes con las gomas congeladas al no estar permitidas este año las mantas para calentar los neumáticos. La historia se volvería a repetir unos minutos más tarde, en este caso con el Ferrari 499P LMH que había hecho podio en las dos primeras fechas.
Concretamente sería Antonio Fuoco el que se iba contra las protecciones cuando acababa de salir de boxes de tomar el relevo de manos de Miguel Molina. Prácticamente mientras empalmaba marchas, el prototipo italiano perdía por completo el agarre y en una línea muy interior, pegada al muro de la derecha en su camino hacia Eau Rouge, trompeaba y se chocaba contra el muro para terminar de confirmar su abandono en la carrera. Cuarto coche de seguridad y una mirada por parte de Miguel Molina completamente desolada.
The Ferrari Hypercar #50 is out of the race after Antonio Fuoco hits the wall after exiting the pits.#WEC #6HSpa pic.twitter.com/DLHlGSvhqT
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Para entonces, la carrera seguía siendo controlada por el Toyota GR010 Hybrid LMH #7 (Conway, Kobayashi y López repiten victoria después de la de Sebring), aparentemente sin ningún tipo de contratiempo ni de problema que esta vez sí pudiera evitar el doblete por parte de la marca japonesa con el #8 (Buemi, Hartley e Hirakawa) llegando desde el fondo de la parrilla.
Sería una carrera aparentemente plácida para Toyota GAZOO Racing, seguramente su participación en Spa más tranquila en os últimos años. Lo interesante se jugaba en la lucha por el tercer escalón del podio, donde James Calado evitaba el segundo podio consecutivo para Porsche #5 de Makowiecki al adelantarle precisamente cuando el crono ya empezaba a descontar los últimos segundos de carrera. Los debutantes en la categoría reina, el Hertz Team Jota con el tercer Porsche 963 LMDh presente, se situó sexto tras el Cadillac #2, por delante de los Peugeot, que quedaron fuera del Top10, mientras que el Glickenhaus fue 13º por delante de los dos 9X8.
Exhibición de Albert Costa en LMP2 y victoria de Lilou Wadoux:
El otro punto de atención de los últimos 20 minutos lo pondría precisamente Albert Costa, con un último stint espectacular que después de encadenar un adelantamiento (adelantó hasta tres LMP2) tras otro colocaba al Inter Europol en el tercer cajón del podio en LMP2, frente a los 72.244 aficionados presentes en las gradas de Spa-Francorchamps. La batalla por el triunfo se la llevó el Team WRT, en un particular duelo con United Autosports que se decidió en la última parada en boxes, saliendo el coche de Louis Delétraz, Robert Kubica y Rui Andrade por delante del de Blomqvist, Jarvis, Pierson.
En GTE-Am también victoria muy importante ya que se trataba del triunfo del Ferrari de Richard Mille, con Lilou Wadoux (con Alessio Rovera y Luis Perez Companc) consiguiendo la primera victoria de una piloto fémina en una carrera del WEC por delante del Corvette Racing (Catsburg, Varrone, Keating) y del Aston Martin Vantage GTE/ORT by TF de Dinan, Eastwood, Al Harthy. Álex Riberas terminó séptimo en su primera prueba de esta nueva era con Nordwest AMR (también conocido como Heart of Racing).