Hace poco más de dos años por estas fechas, recuperamos una de esas historias olvidadas del Rally Dakar que narraba la intención del desaparecido Peter Brock de llevar a la prueba organizada por ASO un exótico Holden Adventra T3 diseñado por Robert D’Ercole, proyecto, que finalmente no se podría llevar a buen puerto ya que Peter fallecía en la Targa West en septiembre de 2006 después de una salida de carretera con el Cobra Daytona con el que competía. Una década más tarde, cuando el vehículo había sido restaurado y terminado para su exposición, un desgraciado incendio en el garaje del propio D’Ercole reduciría a cenizas al primer Holden que había querido alejarse del asfalto para competir en el desierto africano.
Solo unos meses más tarde podemos estar ante el que es su heredero espiritual. Seguramente en uno de los contenedores que se encuentran dentro del Heritage Leader hay un Holden V8 Ute preparado específicamente para competir en la prueba sudamericana. Steve Riley es un granjero de la región de Victoria en Australia (motard en sus inicios) que ha competido en numerosas pruebas off-road de su país y que ha vencido hasta entre ocasiones el Australian Safari. Sin embargo, durante los últimos años ha soñado noche y día con la posibilidad de disputar el Rally Dakar al volante de un Holden, algo que compartía con el propio Peter Brock, rival y compañero en algunos de las pruebas oceánicas en las que ambos coincidieron.
Riley no será un rookie cuando el próximo 6 de enero (si el transatlántico finalmente llega) tome la salida de la prueba. En concreto ya participó en las ediciones de 2011 y 2013 del Dakar como navegador, sin embargo, esta ocasión será un poco más especial ya que llevará finalmente a cabo su sueño y el de Peter de disputarlo con un Holden. Junto a su copiloto Trevor Hanks, Steve se sentará en esta ocasión al volante del V8 Ute de la categoría T1 FIA con motor GM LS de 6.0 litros que sin la brida de 37 mm de diámetro sería capaz de superar los 500 CV de potencia. Con suspensiones independientes, cuenta además con una caja de cambios de seis velocidades firmada por Hollinger y tracción a las cuatro ruedas.
Si llegará al final, sin duda será una incógnita. Experiencia no le falta y ha intentado llevar adelante una buena preparación que se vio en gran parte alterada por los problemas que tuvo el Silk Way Rally para disputarse con normalidad, precisamente cuando el Holden Ute ya viajaba hacia China para comenzar la prueba. Este plan fue sustituido por algunos test realizados en la zona de Perth antes de empaquetar todo y prepararlo para su envío a Perú.
Hice el Dakar dos veces con otros muchachos. Fue su proyecto, su show. Quería volver con mi propio equipo, mi coche, mi show … Así que estaremos allí con un coche que construimos nosotros mismos y será la primera vez que un Holden australiano esté al inicio del Dakar. El objetivo era mostrar un Holden Ute en el escenario mundial. Ya hemos competido con el coche en muchas carreras, pero será la primera vez que iremos al extranjero. El objetivo está en terminarlo. Siempre se trata de terminar. La fiabilidad y la velocidad no deberían ser un problema. Solo tenemos que lidiar con la brida que se agregó al vehículo. Ver a un Holden al final significaría mucho y una manera de cumplir el sueño de Peter Brock