Las descalificaciones post-carrera en LMP2 se están convirtiendo en una triste tradición de las 24 Horas de Le Mans. El año pasado Rebellion Racing perdió su podio absoluto y el segundo puesto de la categoría por haber realizado una modificación en la carrocería y en 2013 Lucas Ordóñez subió al podio con meses de retraso por la exclusión de G-Drive, el afectado de nuevo tras haber ganado inicialmente la prueba con una ventaja insultante.
En una categoría sobre el papel igualada, Jean-Éric Vergne, Roman Rusinov y Andrea Pizzitola destrozaron a la competencia, cruzando la línea de meta con dos vueltas de ventaja y tras liderar toda la prueba. Pero el mazazo ha llegado este lunes, al caer la decisión de descalificar su ORECA 07 por irregularidades en el sistema de repostaje. La victoria pasa a ser de Signatech Alpine con Nicolas Lapierre, Pierre Thiriet y André Negrao, que hereda igualmente el quinto puesto absoluto.
La irregularidad también afecta al otro coche alineado por TDS Racing (aunque G-Drive diera nombre al inicialmente vencedor) en estas 24 Horas de Le Mans. Originalmente cuarto, la descalificación de este coche y del de G-Drive permite subirse al podio al Ligier de United Autosports, pilotado por Juan Pablo Montoya, Will Owen y Hugo de Sadeleer.
Y aunque ésta es la decisión que sin duda más modifica la clasificación general, no fue la única sanción conocida este lunes. También fueron sancionados por no respetar los tiempos mínimos de pilotaje el Ginetta #5 superviviente y dos de los Ford GT (#67 y #69), que acabaron finalmente 12º y 14º en la clasificación de GTE-Pro, suponiendo la penalización al primero de ellos que el Corvette #63 de Antonio García, Jan Magnussen y Mike Rockenfeller acabara cuarto y que el Ferrari #71 de Miguel Molina, Davide Rigon y Sam Bird termine en realidad noveno.
Via | Sportscar365
Foto | G-Drive – vKontakte