Sólo a Red Bull se le podía ocurrir una idea así. La firma de bebidas energéticas tenía que preparar la promoción del Gran Premio de casa, el que se disputa en el ahora renombrado como Red Bull Ring y para ello han contado con la presencia de sus dos pilotos, Daniel Ricciardo y Max Verstappen sobre el asfalto austriaco. Sin embargo, no ha sido de una forma tradicional, lo han hecho emulando las carreras de caravanas que se realizan en países como Estados Unidos o Gran Bretaña.
En lugar de utilizar un vetusto y destartalado utilitario para tirar de las caravanas, de unos 500 kilógramos de peso cada una, Red Bull ha preferido usar dos Vanquish Volante de uno de sus socios tecnológicos, Aston Martin, en el caso del australiano, hablamos de la versión de 576 CV mientras que la de Verstappen se trata de la variante S Volante, la cual eroga más de 600 CV de potencia. Obviamente, en una ecuación formada por dos deportivos, dos pilotos de Fórmula 1 y dos caravanas, sólo podía dar lugar a mucha destrucción y risas. A disfrutar:
