Se trata de una de esas Drag Race que parecen prácticamente de otra dimensión. Siempre es un buen momento durante las vacaciones de verano el poder encontrar un hueco dentro del tiempo libre diario para poder disfrutar de una carrera de aceleración con modelos prácticamente únicos, juntando prácticamente lo mejor de cada mundo, en este caso con competición y motores térmicos frente a lo último en materia de trenes motrices 100% eléctricos.
Este duelo a tres bandas en un enfrentamiento entre el RB8 de Red Bull Racing, Campeón del Mundo de Fórmula 1, frente al Rimac Nevera de casi 2.000 CV de potencia y el McMurtry Spéirling, ese prototipo con efecto suelo que entró en ‘nuestras vidas’ el año pasado, concretamente en Goodwood, y se encargó de poner completamente patas arriba el récord de la corta subida de montaña británica.
Tocaba ver quién iba a ser capaz de despuntar si tenemos en cuenta que en la comparativa teníamos un deportivo 100% alimentado por baterías con 2.360 Nm de Par Máximo pero con un peso de 2.300 kilogramos, así como el cohete de bolsillo alimentado por voltios y menos de una tonelada que es el McMurtry (pilotado por Alex Summers), capaz de dejar completamente en ridículo a un monoplaza dominador como el RB8, con uno de los pocos talentos que resisten la exigencia del programa de jóvenes pilotos de la escudería de Milton Keynes, Liam Lawson.
Frente a los kilovatios nos encontramos el bloque V8 atmosférico de 2.4 litros, hasta ahora prácticamente imbatible cada vez que lo hemos visto sobre una larga recta, incluso hace unos años frente a la Kawasaki H2. ¿Quién ganará? Es la oportunidad perfecta para salir de dudas.
