Que el DTM tantee terrenos ajenos a su reglamento actual entra dentro de la lógica. La integración con el Super GT nipón no es tan evidente a pesar de la celebración de algunos eventos conjuntos este otoño y en un panorama automovilístico complejo debe asegurarse el futuro. Pero hay que reconocer que el anuncio del lanzamiento de un DTM Trophy a partir de 2020 nos ha pillado a contrapié y no sabemos muy bien como valorarlo.
Como consecuencia de un reciente acuerdo entre ITR, promotor del DTM y otro certamen germano como es el DMV GTC, la próxima temporada el DTM iba a tener una categoría telonera más. Mas han querido darle un envoltorio y personalidad propios, pasando olímpicamente de los GT3, GT4 o TCR habituales en la mayor parte de categorías alrededor del mundo. La idea es que el DTM Trophy lo protagonicen GT de propulsión derivados de serie y con un ratio peso-potencia de al menos 3 kg por caballo, basados en los reglamentos FIA E2-SH y E2-SC. También rompe con las tendencias actuales la decisión de no limitar la participación de pilotos en función de su categorización FIA: cualquiera puede correr.
De momento las marcas y modelos que veremos en pista en este DTM Trophy son una incógnita, pero en estos tiempos ningún fabricante hace ascos a una nueva vía a explorar por sus departamentos de carreras-cliente e ITR no cierra la puerta a marcas que no estén actualmente involucradas en el DTM. Así, en la nota de prensa se menciona a Mercedes-AMG, Porsche, McLaren, Ford, Chevrolet, Lotus, Jaguar, Toyota y Nissan además de Aston Martin, Audi y BMW.
Hasta que no descubramos su lista de inscritos y veamos el invento en pista va a resultar muy complicado valorarlo, pero hay que aplaudir la valentía de ITR al lanzar algo relativamente novedoso y que además recuerda vagamente a los inicios del propio DTM.
Foto | ITR
