Llevamos mucho tiempo hablando de la Clase Uno o Class One, el reglamento unificado que DTM y Super GT llevan años prometiendo y que se ha convertido en una necesidad vital para el certamen alemán ante la marcha de Mercedes-Benz y la necesidad de que lleguen nuevas marcas. Y parece que sale adelante. Este sábado en Norisring los máximos responsables de ambos campeonatos, Gerhard Berger y Masaaki Bandoh, presentaron las líneas maestras del proyecto.
El concepto Class One girará en torno a un chasis monocasco único para todos los fabricantes tal y como ya ocurre en el actual DTM, al cual se acoplará un motor de dos litros y cuatro cilindros turbo de unos 620 caballos de potencia. A nivel aerodinámica se seguirá la senda del Super GT nipón, lo cual obligará a cambios tanto en el frontal como el difusor y el alerón trasero, así como a alejarse de la rebaja aerodinámica que tan bien está funcionando este año en el DTM.
La hoja de ruta marcada por ITR y GTA, los promotores de ambos certámenes, indica que el DTM estrenará este reglamento la próxima temporada, esperando hasta 2020 el Super GT. Aún así 2019 se aprovechará para organizar las dos esperadas citas conjuntas, siguiendo el formato al sprint propio del DTM. Pese a que el Super GT correrá bajo su actual reglamento, se establecerá una Balance of Performance ex profeso para la ocasión. Queda por confirmar el lugar de estas citas conjuntas.