La cuarta etapa del Dakar 2018 nos dejó quizás una de las imágenes que se recordarán de esta edición. La salida en línea de los participantes de motos, coches y camiones nos dejó una improvisada carrera de aceleración sobre la arena de la playa emulando a la del Lago Rosa que, en el caso de los principales cabezas de serie, fuimos testigos de la diferencia de concepto entre la Toyota Hilux V8 4×4 de Nasser Al-Attiyah y los Peugeot 3008 DKR Maxi oficiales.
Poco le duró al qatarí la ventaja competitiva que suponía el hacer una aceleración desde parado con un vehículo tracción total frente a los buggies de la firma del león de tracción trasera. Tras unos metros de cortesía, los Peugeot se lanzaron al ataque, comenzando por Stéphane Peterhansel y seguido por un Carlos Sainz que hizo gala de la paciencia con la que presumía que iba a afrontar la prueba, antes de afrontar el adelantamiento.
Una buena ocasión no sólo para escuchar el sonido del propulsor V8 atmosférico de 5.0 litros heredado del Lexus IS-F a pleno rendimiento, sino también para apreciar las diferencias entre las dos configuraciones mecánicas y los verdaderos puntos fuertes de los 3008 DKR Maxi: los enormes pasos de rueda y un ancho de vías capaz que permiten que el concepto buggy tenga precisamente su punto fuerte en este tipo de terrenos. Si son capaces de dar caza a los 4×4 de esta manera en apenas dos kilómetros, imaginad lo que pueden ser hacer en una etapa de fuera pista como la tercera jornada en la que Cyril Despres consiguió alcanzar una velocidad punta de 195,9 km/h.
Dejado el desierto peruano, Toyota demostró que puede plantar cara en pistas tipo rally, siendo capaces Nasser Al-Attiyah, Bernhard Ten Brinke y Giniel De Villiers de sumar al menos una victoria de etapa durante esta última semana del Dakar 2018. Tras el aplastante dominio mostrado durante los últimos años por parte de Peugeot, la llegada de la última evolución de la Hilux les ha permitido cerrar esta edición con sólo una victoria menos que los franceses y acaparando hasta cinco posiciones entre los 10 primeros, dos dentro del podio tras más de 4.047 kilómetros contra el cronometro y siendo el problema técnico en la unidad de Ten Brinke el problema más grave… La primera rotura de motor en un lustro que sufren las Hilux V8, precisamente en el momento más inoportuno.