En el primer día de clasificación para las 500 Millas de Indianápolis 2018 quedaron claras dos cosas: Penske estaba muy fuerte y para optar a la pole había que tener un motor Chevrolet. Así, sólo otro equipo Chevrolet podría arrebatarle la pole. Y en Ed Carpenter Racing son especialistas a cuatro vueltas. El piloto-propietario y ojito derecho del Indianapolis Motor Speedway se hizo así con su tercera pole en Indianápolis este domingo.
Carpenter dejó a todo el mundo boquiabierto con una primera vuelta por encima de las 230 millas por hora de media, rebasando así ampliamente las 229 en el promedio de sus cuatro giros de clasificación: 229,618. Muy por encima de los tres Penske que ya habían salido a pista y ocupaban hasta ese momento la primera línea al completo (Pagenaud, Power y Newgarden) y totalmente inalcanzable para Helio Castroneves, que se debió conformar con la séptima posición.
Sólo dos Honda estuvieron entre los nueve privilegiados que lucharon por la pole y el mejor fue Sébastien Bourdais, quinto por delante de los otros dos coches de Ed Carpenter Racing (Spencer Pigot y Danica Patrick). Scott Dixon cerró la tercera fila al ser noveno. Antes de la lucha por la pole presenciamos la clasificación entre los puestos 10 y 33, dominada por los coches de A.J. Foyt: los brasileños Kanaan y Leist fueron 10º y 11º respectivamente, seguidos de un Marco Andretti fuerte durante todo el mes y el sorprendente Zach Claman de Melo.
Ya con el billete para la gran carrera en el bolsillo los coches de Rahal Letterman Lanigan Racing dieron muestras de mejoría, sin ser tampoco para tirar cohetes. Takuma Sato alcanzó el 16º puesto, Oriol Servià saldrá 26º y el hijo del jefe Graham Rahal repitió 30ª posición. Sorprende especialmente la desastrosa sesión de clasificación de Alexander Rossi, que tomará la salida 32º y por lo tanto expuesto a cualquier incidente en la primera vuelta.
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