Con una parrilla diezmada tras el tremendo accidente múltiple ocurrido en la carrera de clasificación del sábado se disputó este domingo la carrera definitiva de la Copa del Mundo de GT en Macao. Su tercera edición bajo este formato y la primera en la que se impuso Edoardo Mortara. El italiano adquiere, si es que no lo tenía ya, el estatus de leyenda en la antigua colonia lusa pues se trata de su sexta victoria en el Circuito de Guia: dos en el GP de Fórmula 3 (2009 y 2010), tres en la Macau GT Cup predecesora de esta Copa del Mundo (2011, 2012 y 2013) y ésta, su mayor éxito como piloto de Mercedes-Benz.
Tras salir bajo Safety Car al estar la pista húmeda Mortara disfrutó de una carrera muy tranquila, no perdiendo en ningún momento la cabeza de carrera y viendo cómo los incidentes se sucedían en sus retrovisores. Pese a haber tan sólo 14 coches en pista los inevitables accidentes no tardaron en ocurrir. Raffaele Marciello superó a Augusto Farfus en la salida, pero un toque entre ambos obligó al italiano a abandonar por calentón de su motor y al brasileño a pasar por boxes para reparar su BMW M6 GT3. Dani Juncadella, que salía noveno tras protagonizar el accidente del sábado, se llegó a colocar séptimo encajonado tras el Porsche 911 de Darryl O’Young antes de que llegara el primer Safety Car por accidente de Lucas di Grassi.
Y como suele ser habitual un Safety Car llama a otro Safety Car. Juncadella se tocó con O’Young, salió el Safety Car y el español debió visitar su box, si bien pudo reemprender la marcha sin problemas. Pese a que Robin Frijns (Audi) y Maro Engel (Mercedes) jamás perdieron de vista a Edoardo Mortara nada pudieron hacer para evitar el triunfo del transalpino, quedando fuera del podio los BMW de Augusto Farfus, tras una increíble remontada con la trasera de su M6 al aire, Chaz Mostert y Marco Wittmann. Dani Juncadella acabó octavo, por detrás del Porsche de Romain Dumas.
Foto | Mercedes-AMG Customer Racing