Cada vez parece más difícil que la «nueva» Fórmula 1 de 2017 llegue a Australia con veintidós coches puesto que el futuro de Manor se complica por momentos. La escuadra donde compitieron Pascal Wehrlein, Rio Haryanto y más tarde Esteban Ocon en 2016 está sin dinero y según fuentes cercanas al equipo, el límite para encontrar una solución sería el 20 de enero, con lo que quedaría poco más de una semana para deshacer el entuerto.
Para entenderlo hay que recordar que Just Racing Services Ltd, la compañía que se encarga del equipo, entró en administración la semana pasada al no encontrarse inversores o patrocinadores que aseguren el futuro económico. Esto hace que, a pesar de estar el diseño del MRT06 completado y listo para empezar a fabricarse los chasis, el decisivo último paso no pueda llevarse a cabo. Sin dinero en las arcas de Manor, la administración bloquea cualquier actividad que suponga gastos adicionales.
Evidentemente, la fabricación de uno -o dos- chasis nuevos para poder tomar parte en el Gran Premio de Australia causaría nuevos gastos que a día de hoy la administración no aceptará con el objetivo de proteger los intereses de los acreedores, quienes deben recibir dinero de Manor. A lo largo de las últimas semanas, los nombres de tanto Tavo Hellmund como Ron Dennis se han relacionado con el futuro del equipo de Banbury pero hasta el momento no ha habido ningún acuerdo y es difícil que acabe dándose.
Incluso aunque Manor lograra el dinero para salir de su actual situación o que llegara un inversor que salvara el equipo, está claro que la temporada 2017, que tenía que construirse sobre el sólido fundamento de 2016, queda comprometida. Difícil será en cualquier caso que se vuelva a ver a una Manor con capacidades para pelear, contando con su retraso en comparación con los demás equipos. Como siempre, a los más pequeños les toca sufrir…