Al parecer, según publica Autosprint, la razón por la que Toro Rosso y Honda no llegaron a ningún acuerdo fue financiera ya que el equipo de Faenza, además de motores gratis, también pretendía recibir dinero, como una compensación adelantada para poder funcionar en modo banco de pruebas sin que se vea comprometido su presupuesto en las próximas temporadas. Ante tal exigencia, los japoneses dieron media vuelta y se marcharon.
La permanencia de Honda en la Fórmula 1 luce subordinada a la decisión de McLaren, que posee un contrato firmado hasta 2024. La negativa tanto de Sauber como de Toro Rosso para convertirse en un segundo cliente ha representado un fuerte tropiezo en los planes que tenían los japoneses para avanzar en otras direcciones ya que se ha demostrado que junto a McLaren el progreso ha sido lento y complicado.
Establecer una sociedad con Honda en estos momentos, sin que se obtenga beneficio monetario, es un riesgo que equipos pequeños, como Sauber y Toro Rosso, no están dispuestos a asumir, de allí que la justificación para no unirse a los japoneses sea el cuestionable desempeño de su conjunto motor, lo que se relacionaría directamente con la dificultad para obtener puntos de forma regular. Si cada punto es dinero y Honda no plantea invertir en otros socios diferentes de McLaren, encontrará las puertas cerradas.
También se pensó que una alianza con Toro Rosso sería el primer paso para que Honda se trasladara a Red Bull Racing en los próximos años, pero tal posibilidad se ha derrumbado.
Vía | Nextgen Auto