En principio, Troy Flis, propietario de Spirit of Daytona, informó que su prototipo no estaría listo para competir en Long Beach, debido al fuerte impacto que sufrió en la reciente edición de las 12 Horas de Sebring, pero al parecer los problemas son peores de lo que aparentan. El coche, o lo que queda de él, reposa en la base estadounidense de Dallara y según manifestó, las reparaciones necesarias para volver a la acción requieren de un aporte económico que los patrocinadores del equipo no están dispuestos a asumir.
Es una gran pérdida la ausencia del Cadillac DPi-VR número 90 en la parrilla de la IMSA WeatherTech SportsCar Championship ya que era de los principales contendientes a la hora de definir las victorias. Aunque no corrieron con suerte en las 24 Horas de Daytona, en Sebring, el piloto Tristan Vautier largó desde la pole y estaba bien posicionado al caer la noche, pero un error lo llevó a estrellarse de tal manera que el coche todavía no ha podido ser reparado por completo.
El año pasado, el equipo Spirit of Daytona también atravesó por una situación similar cuando su Riley/Multimatic se estrelló en Long Beach, el impacto fue tal que estrenaron otro chasis y para la prueba de Detroit sufrieron un nuevo choque, que también requirió estrenar un nuevo chasis. Esa situación puso en aprietos el presupuesto del equipo, tanto que el tercer chasis fue un Ligier. En este sentido, Try Flis indicó que al competir con el conjunto Cadillac lo que resta es esperar por el trabajo de Dallara en la reconstrucción mientras ellos buscan el dinero para pagarles.
Flis estima que a este paso probablemente el prototipo esté listo para correr en Mid-Ohio. Lo importante es que el coche vuelva a ser competitivo porque eso es lo único que garantizaría el interés comercial en el equipo. No tendría sentido regresar con un coche a medio terminar porque perderían de vista su objetivo que es ganar carreras. Entiende que el compromiso con Cadillac es una obligación y esta pausa los pone contra la pared, pero ahora lo que puede hacer es intentar regresar más fuerte.
Ha sido un comienzo difícil en el aspecto deportivo y comercial. Lo peor ha sido que este coche es uno de los mejores que he tenido, junto con los pilotos y el grupo de ingenieros. Es un golpe difícil de recuperar, pero es que no le puedo decir a los pilotos que no corran con fuerza, como lo hace Tristan [Vautier]. Todo llegó en el peor momento.
Vía | Racer