A casi dos años de introducirse el Aeroscreen en la IndyCar, todavía la organización de la categoría no ha podido implementar propuestas eficientes para refrigerar la cabina. Este fin de semana en Nashville, el calor y la humedad elevó la temperatura dentro de la cabina hasta los 100°F, sin duda condiciones extremas. La pasada temporada, en el mismo escenario, la IndyCar obligó a utilizar el aero scoop, especie de ducto que dirige aire desde la parte alta del aeroscreen hacia el casco y el torso del piloto.
Sin embargo, tal elemento no resultó una solución contundente para el problema puesto que el circuito de Nashville es urbano y la baja velocidad influye de forma negativa en la refrigeración inducida por aire ambiental. Han sido muchos los pilotos que se han quejado de lo incómodo que resulta la cabina de un monoplaza de la IndyCar en estas condiciones. Otras propuestas como abrir ranuras en la carrocería, en la zona delantera, tampoco han resultado tan eficientes porque el aire que ingresa a la cabina es caliente debido a la proximidad de la nariz del coche con el asfalto.
También algunos equipos han optado por utilizar trajes refrigerados en algunos de sus pilotos, este tipo de indumentaria no es una novedad en las carreras. En este caso, circula agua a través de mangueras cosidas al traje ignífugo, pero resulta que también tiene un aspecto negativo importante, más allá de su costo, y lo constituye el peso adicional, alrededor de 15 libras, lo que representa un lastre que condiciona el rendimiento del coche en un circuito complicado. De allí que muchos pilotos desechen esta alternativa en aras de obtener mejores resultados en pista.
La refrigeración de la cabina a través del Aeroscreen se ha vuelto tan problemática que hasta se analiza una propuesta para quitar parte del parabrisas en circuitos urbanos para de esta forma facilitar la circulación del aire en la cabina. Esta sugerencia no ha sido bien vista por los responsables de la IndyCar porque restaría solidez a una estructura que se utiliza para preservar la seguridad de los pilotos. Ante este panorama, donde las ideas para refrigerar restan competitividad o comprometen la integridad física, la alternativa más aplicada es hidratar a cada piloto antes y durante la prueba, lo demás va a depender de la condición y el entrenamiento para soportar tan alta temperatura.
En palabras de Pato O’Ward:
No pensé que iba a ser tan malo. Es peor de lo que recuerdo el año pasado. Es horrible en el coche. es insoportable. En cada zona de frenado tengo que limpiarme el sudor porque no hay ventilación, incluso cuando trato de hacerlo, estoy salpicando sudor por toda mi visera. Es horrible.
Vía | Motorsportweek