Tal y como se esperaba el BRDC (British Racing Drivers Club), propietario del circuito de Silverstone, ha hecho hoy oficial su decisión de activar la cláusula que existía en el contrato firmado con la Fórmula 1 con el fin de rescindir dicho acuerdo que aseguraba la continuidad de la pista como sede del Gran Premio de Gran Bretaña hasta 2026. Esto deja contra las cuerdas a ambas partes, tanto a Liberty Media como al BRDC, ya que, de no llegar a un nuevo acuerdo, no habrá Fórmula 1 en la pista británica más allá de 2019.
El comunicado por parte del BRDC ha sido obviamente todo lo negativo que se esperaba. A pesar de la tradición del automovilismo en Gran Bretaña (sigue siendo una de las carreras más multitudinarias de todo el calendario), los responsables del Gran Premio no han conseguido que la inversión haya terminado siendo rentable, algo que les ha llevado a tener pérdidas millonarias durante los dos últimos años y obviamente no cumplir con las previsiones realizadas (ni con las exigencias económicas pertinentes) cuando se firmó el contrato con Bernie Ecclestone en 2010, según el propio BRDC, fue la única forma que tuvieron para asegurar la continuidad.
Esta decisión se ha tomado porque no es viable a nivel económico para nosotros celebrar el Gran Premio de Gran Bretaña bajo los términos contractuales actuales. Tuvimos pérdidas de más de tres millones de euros en 2015 y de 5,4 millones de euros en 2016 y esperamos perder una cantidad parecida este año.
Ahora la opción es la de sentarse a negociar con una Liberty Media que ya dejó entrever hace unos días en forma de globo sonda que no estaría dispuesto a la hora de hacer excepciones con el tema del canon por miedo a que el resto de Grandes Premios también se levanten en pie de guerra. En la actualidad, Silverstone es el único circuito que podría acoger el Gran Premio de Gran Bretaña, por lo que se trabaja a contrarreloj con el objetivo de que el de 2019 no sea el último.