Que tuviéramos asumido desde el primer momento que las 24 Horas de Daytona 2018 no iban a ser para Fernando Alonso más que un entrenamiento con público y cámaras de cara a objetivos más ambiciosos no hace menos triste ver que una vez más el asturiano tiene entre manos un coche lejos de estar en disposición de luchar por la victoria. Vamos, tras la sesión de clasificación quedó patente que Dani Juncadella, Antonio García y hasta Miguel Molina pese a su mejorable compañía tienen bastantes más razones para soñar con el triunfo que el bicampeón del mundo de Fórmula 1.
Por ello no es de extrañar que se viera a Alonso bastante apesadumbrado en la rueda de prensa que la IMSA ofreció a través de su página de Facebook. Incluso se puede decir que pasó de «modo EEUU» a «modo Fórmula 1» al recordar no sin razón que le metió un segundo en clasificación a Bruno Senna, campeón LMP2 en el Mundial de Resistencia 2017, al volante del otro Ligier de United Autosport.
Aún así defendió el sistema de BOP dirigido por IMSA y explicó que «quizá nuestras limitaciones son distintas, entre los LMP2 hay algunas diferencias entre los distintos modelos y sabemos que nuestro conjunto no es probablemente el más rápido. Pero esperemos que en 24 horas podamos recuperar algo de terreno». Pero parece claro que si algún LMP2 se inmiscuye en la lucha por el triunfo absoluto, será uno de Oreca, no de Ligier.
Foto | United Autosports – Twitter
