Al iniciar esta temporada tanto Liberty Media como ocho escuderías exhibían alianzas comerciales y de patrocinio con criptomonedas o firmas dedicadas a su comercialización, lo que llevó a lanzar varias campanas al viento sobre la inyección de capital proveniente de estos nuevos inversionistas. Sin embargo, todavía no ha transcurrido la mitad del año y se han encendido varias alarmas a nivel mundial debido al derrumbe del valor de todas las criptomonedas, dejando grandes pérdidas financieras y frustraciones ya que no existe un marco legal que regule este negocio virtual.
Aunque todavía nadie en la Fórmula 1 se ha pronunciado al respecto, más temprano que tarde el denominado criptoinvierno llegará y va a dejar heridas abiertas en varios frentes, no solo en el financiero. Primeramente, no se advierte crecimiento económico en este mercado sino reducción drástica de precios e inversiones, además de pérdidas de empleos, recesión y colapso de empresas, lo que ha generado incertidumbre en las personas debido a que las criptomonedas no dependen del sistema financiero tradicional. Acá se debe decir que la Fórmula 1 promovió este negocio a gran escala, así que no tardará en verse salpicada por los escándalos que vienen rodando.
Cierto es que la firma Crypto.com pactó con Liberty Media por alrededor de 100 millones de dólares para ser patrocinador oficial de la Fórmula 1, inclusive fue sponsor principal del Gran Premio de Miami, pero ahora mismo el valor de su producto viene en picada, al igual que todas las criptomonedas, debido a que este mercado tiene como referente al Bitcoin el cual ha perdido un 70% de su valor desde el pasado mes de noviembre. La desconfianza colectiva también ha ganado terreno al desplomarse el argumento de que el mundo atraviesa un proceso de transición económica hacia las criptomonedas, cuando la realidad indica que no es así, además de que, con la información que existe en estos tiempos, las sospechas de estafa por esquema Ponzi y lavado de capitales suelen asociarse de inmediato a estas propuestas de negocios.
En los Estados Unidos se han abierto investigaciones contra compañías de criptomonedas y varias de ellas han cancelado programas de patrocinios de equipos y eventos deportivos, entre ellas FTX, misma que se anuncia a través de la escudería Mercedes en la Fórmula 1. Esta casa de cambio de criptomonedas, que pagó para cambiar el nombre de la sede del Miami Heat en la NBA, intentó tener una mayor presencia en el deporte profesional norteamericano pero las conversaciones fracasaron debido al colapso financiero que experimenta este mercado y el posterior riesgo de declararse en bancarrota, con el problema de pérdida de imagen y confianza en los equipos que ello acarrea. En este punto se indica que las estrategias de FTX y Crypto.com son muy similares en lo que respecta a utilizar eventos deportivos de gran audiencia para promoción, de allí las millonarias sumas que invierten para darse a conocer y de esta forma captar la atención del público.
Aunque en la Fórmula 1 se anuncian varias criptomonedas o empresas que se encargan de negociar con ellas, sin duda es Crypto.com la de mayor peso. Esta firma privada con sede en Singapur ha realizado una opulenta campaña publicitaria a nivel mundial, pero de igual manera está arrastrando importantes pérdidas en las últimas semanas y el panorama para revertir tal tendencia no luce alentador, incluso en los Estados Unidos se pronostica una reedición de la recordada Crisis de la burbuja puntocom, ocurrida hace unos veinte años atrás.
Salvo Williams y Haas F1, todos los demás equipos mantienen contratos de patrocinio con empresas de criptomonedas y más allá de que tales inversionistas desaparezcan sin honrar sus compromisos financieros, las escuderías se enfrentan a un dilema moral porque en esta ocasión, aunque no están publicitando licor ni tabaco, promocionan un producto virtual que promete dividendos sin advertir acerca de los riesgos de perder lo invertido ya que en ninguna parte del mundo existe un banco o un ente federal respaldando el dinero depositado en estas criptoempresas.
