Esta semana, Red Bull y Honda organizaron un filming day junto a Marc Márquez y Dani Pedrosa en el Red Bull Ring, exhibición que más allá del impacto en el plano mediático, sirvió para intensificar lazos entre ambas estructuras de cara a una posible unificación en la Fórmula 1. También se aprovechó la ocasión para dar más detalles acerca de la nueva especificación del motor que los japoneses estrenarán en Canadá. Sin embargo, la fiesta fue interrumpida de inmediato por una noticia acerca de que McLaren negó ceder a Lando Norris para que reemplace a Brendon Hartley esta misma temporada. Algo bueno deben estar haciendo en Toro Rosso Honda para que ciertos intereses se tomen la molestia de intentar desestabilizar el ambiente interno del equipo.
La noticia que relaciona a Norris con el asiento de Hartley emplea la misma fórmula de aquellas que también utilizaron los nombres de Robert Kubica y de Pascal Wehrlein como reemplazos del piloto neozelandés, nacieron de un rumor sin mayores fundamentos ni asideros. En el reciente caso, el cual se puede distinguir revisando las páginas franquicias de Motorsport Network, se utiliza a Phil Duncan para propagar un rumor abstracto, un vocero de McLaren cuyo nombre no aparece por ninguna parte, dijo algo que parece que…
Luego quién vaya en búsqueda de información para contrastar o confirmar algo sustancial se encontrará con que todas las publicaciones desvían el tema, mismo que tratan en apenas dos líneas, hacia otros como las virtudes de Lando Norris y su desempeño en la Fórmula 2, lo que representa para los pilotos oficiales Fernando Alonso y Stoffel Vandoorne, la contundente respuesta de Zak Brown a quien propuso el préstamo de su joven promesa y los objetivos de McLaren de ahora en adelante. Por ninguna parte aparece algún representante de Red Bull, de Toro Rosso o de Honda involucrado en el hecho noticioso. No hay más que la cita del informante anónimo y lo que se generó a partir de tal rumor. O son ideas mías o los medios afines a Brown quisieron restar protagonismo a Red Bull, y sobre todo a Honda, porque los japoneses no pueden ser felices ni ganar notoriedad a través de sus publicaciones.
¿Cuáles eran las expectativas que se tenían de Toro Rosso Honda al iniciar la temporada? ¿A quién o a quiénes les interesa que el proyecto de Red Bull y de Honda sea un fracaso? ¿Por qué justo ahora Toro Rosso Honda tiene tantos dolientes si supuestamente estaban desahuciados? ¿Por qué tantas críticas a Brendon Hartley? El intento de inducir un estado de zozobra en los predios de Toro Rosso se hace evidente cuando en todas las noticias sobre el supuesto interés en Norris, el mismo piloto indica que nadie se ha acercado ni a él ni a su representante para hablar de unirse al programa Red Bull.
Cuando a inicios de este año me arriesgué a señalar que la escudería Toro Rosso Honda contaba con todos los elementos para ascender hasta el cuarto lugar entre los equipos basé mi razonamiento en varios puntos, uno de ellos era que el departamento técnico de Toro Rosso, aunque es más pequeño, ahora mismo es más efectivo y coherente que el de McLaren, situación que concedería otra perspectiva a los ingenieros de Honda. Además, el respaldo de Red Bull Technology sería crucial para avanzar en la dirección correcta. De inmediato recibí muchas críticas y hasta ofensas, sobre todo vía redes sociales, porque al parecer no tenía ni remota idea de lo que decía. A las pocas semanas despidieron a Tim Goss de la jefatura técnica de McLaren y bastó la demostración de Pierre Gasly en Mónaco para quedarme solo y sin «amigos».
Por otra parte, soy partidario de defender el trabajo que realiza Brendon Hartley porque es muy distinto al de Pierre Gasly, criticarlo por no rendir al mismo nivel del francés resulta un tanto injusto e imprudente. La metodología que Honda está aplicando esta temporada requiere de un piloto que se sacrifique en aras de llevar su mecánica hasta un punto crítico. Similar a lo acontecido en 2004, cuando Jenson Button y Takuma Sato tuvieron rendimientos muy dispares, con la particularidad de que el japonés se retiró en un tercio de las carreras por rotura del motor porque su misión era evaluar la mecánica en cada gran premio y no competir contra su compañero, que apenas se retiró en una ocasión por la misma causa. No es una tarea para novatos, ni para pilotos en ascenso y mucho menos comprometidos con otros intereses.
No hay duda de que el desempeño de Toro Rosso Honda tiene a mucha gente preocupada, de no ser así no se explican tantas angustias en diversos predios. Si las mejoras que van a introducir los japoneses resultan positivas y se acuerda una alianza con Red Bull Racing, Renault perdería su mejor referencia y un cliente que deposita un buen dinero en la cuenta corriente de los franceses. Considero que la más que posible ruptura entre Red Bull y Renault acentuará la crisis en la gestión de Cyril Abiteboul y su manera de dirigir a una escudería oficial que constantemente es ninguneada por un equipo cliente.
Además de lo expuesto, otro de mis razonamientos para creer que Toro Rosso podía escalar hasta el cuarto lugar entre los constructores tiene que ver con el hecho de que Force India llegó a un punto en el cual Vijay Mallya y Subrata Roy van a retirar el dinero que les corresponde por el cuarto lugar del año pasado y no lo van a invertir en la escudería este año. El temprano anuncio de la desvinculación de Mallya de la dirección del equipo y los rumores de un traspaso a Rich Energy evidencian el movimiento para cambiar de manos en las próximas semanas. De materializarse el acuerdo o no, de igual forma van a perder impulso.
En otro sentido, recuerdo que antes de iniciar la temporada, uno de esos traductores japonés-español, que antes abundaban y que ahora no aparecen ni debajo de las piedras, comunicó de forma errónea que Toyoharu Tanabe había dicho que Toro Rosso será el cuarto equipo, cuando el jefe de Honda Racing manifestó en realidad que empezarían el año como cuarto proveedor de motor, tal como aclaró horas después, cuando no comprendía la razón de tantas risas generalizadas. Se debe entender entonces que esa legión de pseudo traductores también hicieron lo mismo con Yasuhisa Arai y con Yosuke Hasegawa, transformándolos, de forma premeditada, en una suerte de bufones cada vez que declaraban en público. Ahora las risas provienen de otros predios y al parecer no conviene que la gente se entere.
Como bien dijo Johann Wolfgang von Goethe:“El perro quisiera acompañarnos, el eco de su ladrido demuestra que cabalgamos”. Tantas alharacas y angustias por un equipo que supuestamente estaba condenado al fracaso, que a día de hoy marcha en el octavo lugar en la tabla de constructores…
El miedo es libre.